jueves, 12 de enero de 2012

Los extraterrestres y el misterio de Sinaloa



La caída de un meteorito el pasado 4 de enero sobre la Sierra Madre, en el estado mexicano de Sinaloa, ha abierto nuevas interrogantes en torno a la potencial actividad de entidades extraterrestres en la región, consideran expertos e internautas.

Y es que con el impacto de este mes suman ya tres los meteoritos caídos sobre Sinaloa en 138 años, una circunstancia extraordinaria que tiene a geólogos y astrofísicos intentando localizar el cuerpo celeste.

El meteoro, que no ha podido ser hallado, cayó en un área escarpada habitualmente utilizada por narcotraficantes locales para el cultivo de marihuana. La directora del Centro de Ciencias de Sinaloa, Rocío Labastida, asegura que “la gente dice que lo vio (al meteorito) partirse en varias partes y, cuando el helicóptero sobrevoló la zona, se pudieron ver dos llamaradas”.

En 1874 cayó sobre la localidad sinaloense de Bacubirito un meteoro de 20 toneladas, y en 1994 se reportó la caída de otro más pequeño en las cercanías de la Sierra.

“Lo que intriga a los investigadores es que en un siglo y poco más hayan caído tres meteoritos en una zona tan pequeña… Podría tratarse de cuestiones relacionadas con la atracción magnética de la Tierra, pero eso hay que investigarlo”, apuntó Labastida.

“Es muy sospechoso todo esto, porque no sólo se trata de la caída de tres meteoritos en un espacio de tiempo científicamente tan breve”, dijo por su parte Bernardo Ortiz, un arqueólogo de la capital mexicana. “También hay que evaluar la presencia en Sinaloa de gran cantidad de petrograbados con motivos extraterrestres”.

Vecinos de Sinaloa han estado reportando durante los últimos años avistamientos de OVNIs y otros fenómenos de naturaleza alienígena. Así, Ortiz considera que los petrograbados, atribuidos a culturas precolombinas, pueden estar relacionados con algún tipo de actividad extraterrestre.

“Además, tres meteoritos en un espacio de tiempo tan reducido, hablando en términos astronómicos, es como para ponerle la tapa al pomo. ¿Qué tal si los meteoritos no son meteoritos o forman parte de algún experimento exterior?”, se preguntó Ortiz.

Según el también arqueólogo Joel Santos Ramírez, la mayor parte de los petrograbados de Sinaloa se encuentran en los márgenes de los ríos y arroyos y son “abstracciones intemporales de la realidad”.

Los diseños son “antropomorfos, zoomorfos y geométricos y abordan fenómenos solares basándose en el uso del punto, la línea y la espiral”, añadió Santos Ramírez.

(FUENTE: neoclubpress.com)

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