miércoles, 11 de enero de 2012

España: un hombre quema a su novia y defiende que fue por un ritual



La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas juzgó ayer a un hombre acusado de quemar a su pareja sentimental en la Nochevieja de 2009 a 2010. Juan José R. S. declaró en su defensa que fue cosa de su novia, Sandra G., que dibujó un círculo en el suelo con alcohol frente a él y le dijo que era "para hacer un ritual de amor y veas que yo te quiero", declaró el acusado.

El ministerio fiscal pide para Juan José una pena de siete años de cárcel por la comisión de un delito de lesiones, quince años de alejamiento y prohibición de comunicarse con ella y 137.040 euros de indemnización.

Juan José defendió ayer que todo fue un "accidente", que se agachó a limpiar el círculo de alcohol que Sandra había preparado y que al levantarse golpeó el bote y se rociaron, con la mala suerte de que se prendieron, sin saber precisar si fue con un cigarrillo o con un mechero.

La víctima, por su parte, declaró lo contrario, que él la roció en la cara con el bote y cuando se dio la vuelta para huir también le mojó la espalda y el costado y "me prendió fuego".

Sandra, que sufrió quemaduras de segundo grado en la cara, el cuello, el pecho, el brazo y antebrazo izquierdo, defendió la versión del ritual de amor ante los agentes de la policía que acudieron al domicilio de la pareja, pero, al despertarse del coma en el que cayó por la presunta agresión, la cambió y acusó a su ex pareja de lesionarla. Los psicólogos que la reconocieron aseguraron que lo había hecho por miedo a que Juan José la matase si decía la verdad. Asimismo, echaron por tierra la versión de él al declararla "falta de espontaneidad" y "sin una correspondencia emocional".

Una de las vecinas, despierta durante los hechos, declaró que escuchó "pasos apresurados, como de alguien que persigue a alguien, golpes de armarios y gritos de discusión" y que por eso llamó a la policía.

A los diez minutos de la llamada escuchó a Sandra gritar: "Socorro, socorro, me muero, muero" y, tras llamar de nuevo a la policía, salió de la casa y la vio a ella: "Una persona con la cara quemada, desorientada y desesperada por el dolor".

La acusación particular pidió que se le condenase por intento de homicidio pero los peritos afirmaron que "la intención no era matar".

(FUENTE: laprovincia.es)

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