Las predicciones mayas para diciembre de 2012 no aluden al fin del mundo, sino al retorno del dios Bolon Yokte, que regresaría al término de una era y al comienzo de otra, según una nueva interpretación divulgada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Los expertos Sven Gronemeyer y Barbara Macleod, de la Universidad de La Trobe (Australia), dieron a conocer una nueva interpretación de los glifos mayas de la zona arqueológica del Tortuguero, en el sureño estado de Tabasco, durante la VII Mesa Redonda de Palenque que se celebra en Chiapas.
La fecha del 21 de diciembre de 2012 citada en dichos glifos generó una gran cantidad de especulaciones sobre presuntas "profecías mayas del fin del mundo", versión que ha sido rechazada por los arqueólogos y epigrafistas.
Según los especialistas, los mayas crearon un calendario con base en un período de 400 años, denominados "baktunes"; cada era está compuesta de 13 ciclos de 400 años que sumaban 5.125 años y, según su cuenta, la era actual concluía en diciembre de 2012.
Gronemeyer explicó que en la visión maya al final de cada era se completaba un ciclo de creación y comenzaba otro, y en esta inscripción se menciona que el 21 de diciembre "sería investida la deidad Bolon Yokote", un dios vinculado con la creación y la guerra, que participó en el comienzo de la actual era, que inició el 13 de agosto del año 3.114 a C.
El epigrafista alemán indicó que esa inscripción está ligada a la historia de la ciudad maya de Tortuguero, en la que se cita al gobernante Bahlam Ajaw (612-679 d.C.) como futuro participante en un evento del final de la actual era.
El texto de carácter narrativo muestra que los gobernantes mayas deberían "preparar el terreno para el retorno del dios Bolon Yokte, y que el Bahlam Ajaw sería el anfitrión de su investidura", precisó.
"La aritmética del calendario maya demuestra que la terminación del décimo tercer Bak"tun simplemente es el fin de un periodo y la transición a un ciclo nuevo, aunque esa fecha está cargada con un valor simbólico, como la reflexión sobre el día de la creación", comentó Gronemeyer.
El epigrafista mexicano Erik Velásquez dijo que para los escribas mayas la historia como una narración de acontecimientos humanos fue una preocupación secundaria, y se centraban en los rituales de cualquier tipo, por lo que "las inscripciones muestran relaciones complejas entre el tiempo, las esculturas y los edificios".
"En la antigua concepción maya, el tiempo se construyó igual que las esculturas y los edificios que las contenían, los periodos tenían conciencia, voluntad, personalidad y se comportaban como humanos", añadió.
(FUENTE: EFE)
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