lunes, 5 de diciembre de 2011

Los chamanes que promueven sus prácticas ancestrales en Facebook



En la selva amazónica de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, la misma zona donde fue abatido alias 'Raúl Reyes', un chamán de la comunidad cofán dureno ha establecido conexión con otro mundo: un universo intangible en el que se comunica con amigos que no están. Su viaje a esa dimensión podría ser producto del yagé, que en su cultura es consumido desde los ocho años; sin embargo, todo es obra de Mark Zuckerberg. 

Ni en el mejor de sus pronósticos el creador de Facebook pudo imaginar que un indígena de la selva tropical ecuatoriana llamado Claus Criollo llegaría a usar la red social que hoy tiene cerca de 750 millones de inscritos. Pero ocurrió hace seis años. "Fue a raíz de una invitación por correo electrónico. Me dio curiosidad y me registré para saber qué era", recuerda el chamán, que hoy tiene 29 años. Para ese entonces, vivía en Baños de Agua Santa, ciudad ecuatoriana reconocida por el turismo, donde conoció los computadores y el e-mail, y a la que llegó para trabajar como guía turístico y en seguridad privada. 

Hoy, este aprendiz de taita o chamán, que viste de jean, camiseta, collar de colores y zapatos deportivos, y que a donde quiera que va lo hace con su celular, confiesa que se conecta a Facebook, en promedio, cuatro veces a la semana. Así establece contactos para realizar ceremonias de yagé, busca nuevos amigos y mantiene comunicación con la gente que ha conocido en sus viajes por Colombia y Ecuador, donde ha oficiado los rituales de la hierba 'mágica'. En su comunidad, conformada por unas 300 personas, no hay Internet, por lo que su acceso a la red sólo es posible después de una travesía de casi dos horas, con tramos a pie, en lancha y en bus, que lo conduce a Lago Agrio, ciudad en el oriente de Ecuador. 

Pero, ¿cómo influye el contacto con las nuevas tecnologías en los valores ancestrales de estas comunidades? Luis Miguel Córdoba, magíster en Historia y profesor de la Universidad Nacional de Medellín, reconoce que algunos expertos no lo ven con buenos ojos. Para él, sin embargo, la red puede llegar a convertirse en una aliada de los indígenas para reforzar sus raíces culturales. "Es muy probable que a través de las redes sociales puedan crear nuevos vínculos que les ayuden a preservar o utilizar estrategias de resistencia", explica. "Se abre una ventana para que se apropien de las nuevas tecnologías y las utilicen, por ejemplo, para defender sus tierras, sus ideas e, incluso, podríamos verlos convocando marchas a través de Facebook para protestar por sus problemáticas". 

Las publicaciones de Criollo en su 'muro' no se alejan mucho de esta interpretación. En algunas, reproduce artículos en torno a la restitución de tierras y al debate de la educación en Colombia, y en otras expresa su rechazo hacia los proyectos petroleros en cercanías de la región donde esta su pueblo, en Ecuador. 

Pero, más allá de reivindicaciones, este chamán hace uso de la red social como cualquier mortal. Eso sí, con las peculiaridades propias de su oficio. En su perfil, por ejemplo, se define como músico y tomador de yagé. Su lista de amigos llega a 181 miembros, entre los que figuran personas de distintas nacionalidades, así como unos pocos 'hermanos cofanes', que se pueden identificar por sus nombres y apellidos. 

Uno de ellos es Querubín Queta, máxima autoridad del pueblo cofán, médico tradicional, sabedor y orientador, quien a sus 79 años es otro activo usuario de Facebook. No por menos suma 581 amigos y una detallada información en su perfil, donde figura el futbolista del Barça Andrés Iniesta como su deportista preferido, y la película Bichos y el programa de televisión Los Simpson, entre sus favoritos. Pero a diferencia de Queta, que tan solo tiene publicadas 27 fotos y dos videos, Criollo ha subido 6 álbumes con 160 fotografías y 7 videos. "Subo mis fotos y videos para que las personas conozcan más de mi cultura, de mi gente y del lugar donde nací y vivo", afirma con orgullo. 

Consultas e invitaciones 
Su pueblo vive una época de apertura y por eso Criollo recorre el continente compartiendo su 'remedio' sagrado con curiosos, visitantes y miembros de otras etnias indígenas. En el 'muro' de su perfil en Facebook son constantes los mensajes que publicitan una nueva toma de yagé en la selva. "Hola, amigos, espero que sepan que el yagé nunca te hace daño. Desde los ocho años lo he tomado y vivo con él hasta hora. Es bueno porque te puede sacar de problemas personales y te puede llevar a un mundo feliz", dice una de sus publicaciones. 

Estas invitaciones se intercalan con mensajes de sus seguidores, que van desde un saludo de cumpleaños hasta sentidas declaraciones de agradecimiento. "Amigo Claus, esperándolo acá en Palmira, Valle del Cauca. Para nosotros el yagé es una planta de sanación. De nuestros malos hábitos, a nivel psicológico y emocional, logra que entremos en catarsis, liberando viejos recuerdos y traumas de nuestro pasado y presente", dice uno de ellos. 

Gracias a estos años en la red social, el indígena reconoce que su número de amigos ha aumentado de manera considerable: "Cuando conozco a alguien en una ceremonia lo agrego a mi Facebook; esta persona, a su vez, les habla de mí a sus amigos, quienes también me agregan. De esta forma se va creciendo la cadena". 

Además de invitaciones y mensajes, este chamán del siglo XXI también recibe consultas a través de la red. Son ruegos de personas que quieren recuperar el amor, el dinero o la salud y que ven en el yagé una vía para conseguirlo. Pero Criollo asegura que el ritual de esta bebida es sagrado y tiene sus protocolos, así que se abstiene de recetar menjurjes por Internet. "A estas personas y a todos los curiosos que me escriben los invito a que me visiten en la selva y se conecten con la magia de esta planta en vivo y en directo". 

Un huichol con 2.800 amigos virtuales 
'No se están perdiendo las tradiciones', asegura. 

Las raíces indígenas, al igual que la popular red social, unen a Claus Criollo con Kuauhtli Vásquez, otro de los chamanes de la era Facebook, descendiente de la comunidad huichol, en el estado mexicano de Coahuila. Él reside en EE. UU., pero ha recorrido la mayoría de los países de Suramérica cultivando sus conocimientos sobre el peyote, una planta que, asegura, "abre el corazón e ilumina los pensamientos". Vásquez, quien coincidió con Claus durante el Encuentro de Culturas Andinas que se celebró en agosto en Pasto, es otro activo miembro de Facebook. En su perfil, los mensajes que recibe, en su mayoría en inglés, incluyen bendiciones por sus ceremonias y agradecimientos por los "poderes curativos del peyote". Suma 2.828 amigos y su pasión por la fotografía es evidente, con 636 imágenes en las que exhibe su vistoso atuendo. "No se están perdiendo las tradiciones; al contrario, estamos ganando, porque con el intercambio nos damos cuenta de que todos somos de una sola raíz, de una sola luz", señala. El profesor Luis Miguel Córdoba refuerza esta tesis, al afirmar que es errónea la idea de que el indígena tiene que permanecer leal a un pasado. "Justamente esas comunidades se han preservado porque se han transformado", concluye.

(FUENTE: eltiempo.com)

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