Aunque no lo parezca, este tema sigue siendo uno de los grandes enigmas de la humanidad, pero varios de los más recientes estudios científicos sobre el comportamiento social y sexual revelan algo nuevo en este sentido.
Se trata del tiempo que toma el sentirse enamorado, lo cual solo requiere 8.2 segundos de acuerdo con un análisis hecho por el equipo de trabajo de la revista Archives of Sexual Behavior -archivos del comportamiento sexual en español-, entidad asociada a la Academia Internacional de Investigaciones sobre el Sexo, con sede principal en Nueva York.
Al grano
Según sus voceros, es a través de los ojos que el posible vínculo de pareja empieza a surgir y es que según Michael Dunn, líder del proyecto en todas sus fases, “con este estudio queda demostrado que cuando un hombre mira por más de 8 segundos a una mujer es porque está seriamente interesado”.
Esta afirmación la hizo el psiquiatra y sexólogo antes mencionado después de haber registrado con cámaras de video las reacciones de 115 estudiantes mientras hablaban con diferentes actores y actrices.
De este modo, los movimientos oculares fueron captados y así se supo cuál era el tiempo empleado en enfocar la mirada en quienes más tarde los hombres involucrados consideraron atractivas, conforme lo expresado en los formularios diligenciados durante la etapa final del trabajo de campo.
Algo muy diferente pasó con las mujeres que hicieron parte del grupo focal, pues ellas duraban el mismo intervalo observando a quien tenían en frente, sin importar si era de su agrado o no.
Al respecto, Dunn explicó que los hombres necesitan menos tiempo para sentir el ‘flechazo de Cupido’ porque usan más el contacto visual para buscar parejas fértiles y compatibles, mientras que ellas van más allá de un vistazo para identificar quién puede brindar seguridad y bienestar económico.
Opiniones cercanas
El psicólogo argentino y especialista en sexualidad humana Ezequiel López Peralta considera que faltan más señales, además de la mirada, para determinar cuál es el tiempo exacto que toma el enamorarse -de verdad-. Sin embargo, este profesional piensa lo mismo que Dunn, ya que “los hombres somos más visuales, mientras que las mujeres se enamoran de la personalidad y otros intangibles que se conocen con el tiempo”, agrega.
Algo similar tiene en mente su colega barranquillera Gloria Cabrales Pinto, pero la especialista en la materia añade que lo anterior tiene mucho que ver con lo heredado de nuestros antepasados, es decir, el afán de encontrar una mujer saludable que garantizara la supervivencia y la reproducción de hijos sanos. En cambio, “Las mujeres de aquel tiempo buscaban hombres que garantizaran la protección ante peligros que representaban los animales o miembros de otros clanes. Eso, hoy en día, es proporcional a la seguridad económica frente a tantas adversidades que el común de la gente enfrenta”, termina sin asegurar que es un caso general.
Otro estudio indica...
1. Todo empezó por otro análisis. Científicos de la Universidad de Gales aplicaron una estrategia parecida y descubrieron algo más.
2. Un buen carro. Un grupo de hombres fue fotografiado manejando carros lujosos. Todas demostraron interés.
3. La cara y el cuerpo no son todo. Los de mejor aspecto no llamaron tanto la atención como aquellos que contaban con el carro opulento.
Más diferencias entre ellas y ellos
Mientras los hombres se dejan llevar, inconscientemente, por el potencial reproductivo de la mujer y el de buena amante y madre, las mujeres se inclinan más por evitar un embarazo no deseado, pensar en el desarrollo como profesional y en el status.
Las mujeres son las más evolucionadas
De toda la información recolectada en esta investigación, la más relevante es que los hombres conservan las mismas necesidades y deseos de la época de las cavernas. Ellas, en cambio, se ajustaron a los tiempos modernos y por eso se dejan seducir por el poder.
(FUENTE: elheraldo.co)
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