Haitianos inician celebraciones tradicionales por Día de los Muertos

Con los tradicionales toques de tambor, trances y bailes típicos, los haitianos iniciaron hoy las celebraciones por el Día de los Muertos, una de las fiestas más importantes de la religión vudú. 

Desde horas de la mañana de este martes, miles de personas acudieron a los cementerios del país, cargados de café, "klerec" (bebida artesanal con alto contenido de alcohol), ron, flores, velas y todo tipo de alimentos para ofrecer a los espíritus de los que ya no pertenecen a este mundo. 

Las fiestas alcanzarán su mayor apogeo mañana, 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos para los católicos, que devino aquí la "Fet Gede", el Festival de los Antepasados. 

"Es uno de los días más importantes para el país desde el punto de vista social. La gente se disfraza, van por miles a los cementerios para honrar a los Grandes Loas (dioses) y alimentar a sus ancestros", comentó a Prensa Latina el periodista haitiano, Jacques Thorpes. 

Las celebraciones tienen como núcleo los cultos al Barón de Samedi y Maman Brigitte, también llamados en creole los Iwa Gédé, las deidades guardianas de los cementerios, dueños, contradictoriamente, de la muerte y de los placeres sexuales. 

"Todo empieza a la entrada de los camposantos, allí hay una cruz que simboliza al Barón de Samedi, a ella también debe dársele culto, velas y alimentos, solo después se puede entrar para honrar a los difuntos", asegura Thorpe. 

Los ritos colectivos, que incluyen adivinaciones y supuestas curaciones, tienen como centro los trances de las "mambo" (sacerdotisas vudú), encargadas de recibir en sus cuerpos a los espíritus con bailes y recitaciones de conjuros ancestrales. 

Uno de los actos más llamativos es el momento previo a los trances, cuando esas mujeres, la mayoría ancianas, vestidas de negro y morado, con las caras teñidas de blanco, gafas de sol y sobrero de copa, lavan sus partes íntimas con líquido de una botella llena de hierbas, como signo de purificación. 

Según Thorpe, también realizan danzas y simulaciones del acto sexual en medio de las supuestas posesiones de espíritus y adivinaciones, como una muestra, tal vez, de que los placeres de esta vida no terminan con la muerte. 

(FUENTE: prensa-latina.cu)