martes, 2 de agosto de 2011

Paraguayos toman el "carrulím" para ahuyentar la "mala onda"



Los paraguayos que veneran las costumbres o caen en la superstición toman hoy el "carrulím", un brebaje precolombino de aguardiente, ruda y limón para ahuyentar "la mala onda" y depurar la sangre el primer día de agosto, un mes "aciago" según la creencia popular.

Los sitios de venta callejera de hierbas medicinales, donde se mezclan el aguardiente de caña de azúcar con las hierbas machacadas, fueron más visitados que otras veces en Asunción, principalmente en el populoso Mercado 4 y algunos cruces de calle en la zona céntrica.

"Es para renovar la sangre que hoy es el primero de agosto y hay que cambiar", afirmó a Efe Fidelina Penayo, una vendedora de la zona céntrica capitalina, que dijo haber vendido casi la totalidad de las pócimas preparadas para la ocasión.

El nombre de esta bebida proviene de las primeras sílabas de caña (aguardiente), ruda y limón, aunque algunas de las vendedoras como Fidelina, a quien conocen más como "Ña Fidê" (doña Fide), le agregan otras hierbas machadas para potenciar sus efectos o darle sabor.

"Yo le agrego además guabirâ mî (otra hierba) y tiene también miel de abeja", explicó la mujer, de 61 años, y que desde hace cuatro décadas prepara el brebaje, así como otras combinaciones de hierbas para el "tereré", la popular infusión paraguaya de yerba mate que se sirve fría.

Todos los días, "Ñâ Fidê" macera y machaca diversos tipos de hierbas y remedios medicinales en uno de los puestos más concurridos, situado en la vereda de la transitada calle Chile, a través de la cual se ingresa al "microcentro" capitalino.

Para cada primero de agosto, la mujer prepara abundante "carrulím" que almacena en recipientes reciclados para los que prefieren llevarlo consigo, ya que hay personas que lo ingieren durante varios días, aunque la mayoría prefiere hacerlo en sorbos en el mismo sitio y en ayunas, como se recomienda.

Por su parte, Ilsa Velaztiqui, otra vendedora de la zona céntrica, dijo que su preparado incluye siete ingredientes, anís estrellado, verbena, catuaba y romero, además de los tres elementos básicos del brebaje para la buena suerte.

Juana Silva, que aguantó como sus compañeras de venta callejera una fría y lluviosa mañana en Asunción, confió en haber ayudado a sus compatriotas a "espantar la mala onda" con su "carrulím".

Expertos en la cultura guaraní atribuyen esta tradición a la creencia de que la sangre se contamina llegado el "aciago" octavo mes, que también se caracteriza por los rigores del invierno, o también que aumenta su ritmo, por lo que la receta indígena puede contribuir a regular su irrigación.

Los guaraníes se valían de este tipo de conjuro para ahuyentar los malos espíritus; y el brebaje, además de una forma de buscar la curación, contribuía a un estado de jolgorio.

Otra explicación refiere que agosto es la época de baja producción agrícola y el mes que se lleva a los ancianos, mientras que otra creencia asociada a esta costumbre, que se transmite de generación en generación, afirma que es el día en que Caín mató su hermano Abel.

Este año, el presidente de la Junta Municipal de Asunción, Hugo Ramírez, puso algo de controversia al sugerir un control de los puestos callejeros para que la bebida no sea servida a menores de 18 años, además de verificar la calidad del alcohol para evitar posibles intoxicaciones.

(FUENTE: EFE)

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