martes, 19 de julio de 2011

El barro mágico de Chilca, Perú



Tres lagunas ubicadas a solo 67 kilómetros de al sur de Lima, se han convertido en el destino diario de muchos peruanos y extranjeros que las consideran milagrosas y llegan hasta ellas, en el pueblo de Las Salinas de Chilca, con la esperanza de curar sus males.

Tras solo una hora y media de viaje desde Lima, varios ómnibus llegan por las mañanas con personas aquejadas de diversas enfermedades, quienes lo primero que hacen es bañarse en las lagunas y luego embadurnarse con el barro -‘negro o blanco- que emana de ellas.

Es curioso ver a personas de la tercera edad, sobre todo, convertidas en hombres y mujeres de barro pues nadie escapa a la tentación de embadurnarse, de la cabeza a los pies, de este lodo milenario considerado una medicina natural por su alto contenido de minerales que emanan del subsuelo.

La Milagrosa, La Mellicera y La Encantada, son las tres lagunas naturales de las que se han hecho infinidad de estudios para conocer sus propiedades curativas. Los más ancianos llegan a La Milagrosa, que es la más grande (200 metros de largo por 60 de ancho) por la cura de sus males a los huesos.

Las de mediana edad llegan a La Mellicera para conseguir el embarazo deseado –pues los lugareños afirman que ayuda a concebir- , y los más jóvenes a La Encantada, para rejuvenecer la piel.

“Desde hace dos años vengo con mi esposo, por lo menos una vez al mes. Busco aliviar el reumatismo y no me quejo, he mejorado bastante lo que ha sorprendido a los médicos”, dice Ingrid Chávez (60) mientras se echa un poco de barro en las piernas. “Me siento recuperada, este barro es vida, me da vitalidad, energía, me desestresa”, señala.

Elvira Bilbao, una señora relativamente joven, llega todos los inviernos desde hace siete años. “Mi hijo se curó del asma… cada invierno era un sufrimiento, lo internaba en el hospital, pero desde que lo traje no he tenido necesidad de hacerlo”, sostiene.

Acompañada de su esposo, Lucía Antahurco dice que acude desde hace tres meses por sus dolores musculares. “Vengo fin de semana y cada vez que puedo, me siento mejor”, señala mientras su esposo le embadurna barro negro en su espalda.

Latino pudo ver que no solo llegan personas enfermas, sino turistas o delegaciones de escolares, atraídos por la fama de estas lagunas y aprovechan para bañarse en ellas y enlodarse la cara o los pies.

También para visitar las ruinas de Bandurria, constituidas por estructuras semisubterráneas con mampostería de piedra y mortero de barro grueso del periodo Intermedio tardío (1000 – 1400 d.C.). Y también para degustar sus platos típicos, como la carapulcra,preparada con en base a papa seca, harinas y maní.

Las propiedades
Un estudio del Instituto Geológico Minero revela que las lagunas, originadas por capas freáticas, contienen altos índices de cloruro de sodio, sulfato y carbonatos de calcio en estado soluble. Además, el barro contiene sílice, calcio, hierro, potasio, magnesio, sodio y diversos aminoácidos como enzimas.

Médicos consultados afirman que estas combinaciones tienen propiedades curativas y mejoran las impurezas de la piel, provocan la reactivación celular, actúan sobre los cartílagos y la descalcificación; alivian la osteoporosis, las heridas y las várices.

Chilca tiene también fama de ser una zona de avistamiento de ovnis. Hasta esta zona llegan cada año fanáticos y estudiosos del tema Ovni, quienes pernoctan cerca a su playa a la espera de ver estos objetos de otros mundos.

No todo es curarse

Alberga además un pequeño museo en el que se exhiben restos arqueológicos del antiguo poblado Chilca rescatados de las excavaciones que hizo en la zona el arqueólogo suizo Frederic Engel.

Alrededor de las lagunas se ha generado en estos años actividad comercial. Hay más de 40 hoteles de todos los precios y comodidades y más de 20 restaurantes e infinidad de puestos de venta, formales e informales, de vino de higo, pues este fruto abunda en la zona, y dulces.

(FUENTE: enlatino.com)

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