sábado, 21 de mayo de 2011

'El brujo' un cómic "mágico" inpirado por el folklore chileno



Sólo con ojear El brujo (Edicions de Ponent) nos damos cuenta de que es un cómic mágico. Y no sólo porque trate de critauras extraídas del folklore de los indígenas chilenos, sino porque cada página es un experimento visual y narrativo que nos transmite a la perfección el carácter inquietante y melancólico de lo que nos cuenta.

Su autora, Carla Berrocal se ha basado en esas leyendas para contarnos la historia de Porfirio Pillampel un brujo que tiene grandes poderes pero que ya no es el mismo desde que murió su esposa. Entonces cae en la apatía y decide emprender un viaje para encontrarse con la Muerte.

Por el camino encontrará a diversos personajes, dioses y criaturas mágicas que le harán reflexionar sobre su vida. Todas extraídas de ese folklore chileno, como los Brujos, el Invunche, el Trauco, el millalobo, La Viuda...

La historia está ambientada en Chiloé, una isla situada al sur de Chile donde la autora Umiliana Cárdenas ambientó su libro Casos de Brujos, la obra que ha inspirado este cómic.

Un cómic para los cinco sentidos
Esas leyendas no hablan de seres terroríficos sino melancólicos e inquietantes, que la autora espera que "no se olviden nunca"

Y para ello construye una historia que "No es solo para ser leída sino también mirada, escuchada, olida, palpada y gustada. Un homenaje al maravilloso milagro de la existencia y un regalo para los seis sentidos del alma".

Lo cierto es que sumergirse en ese mundo es un placer para los sentidos, porque cada página es un experimento narrativo y plástico, un juego en el que su autora nos invita a participar acompañando a este pequeño brujo embarcado en la mayor de las aventuras, una gran epopeya que es la propia existencia.

Una autora innovadora
Carla Berrocal es una de las autoras más interesantes del cómic español porque cada obra se la toma como un desafío y siempre consigue sorprendernos.

Conocida por trabajos como Hire. El vampiro samurai (Recerca), Mad Trio (Recerca) o Quatroccento (Dolmen), en esta ocasión da un salto al vacío, y sin paracaídas.

Y es que El Brujo es un experimento audaz, imaginativo y rompedor, cambiando de estilo cada pocas páginas y haciendo de cada viñeta un mundo visual independiente que, sin embargo, se integra en un conjunto fascinante.

Deberíamos puntualizar que ha tardado tres años en completar esta obra, lo que explicaría ese cambio de estilo, de forma que las últimas páginas apenas tienen nada que ver con las primeras y, sin embargo, las complementan. Y es que, a pesar de esos experimentos visuales nunca perdemos el hilo de las aventuras de este simpático brujo.

Un cómic para los que todavía creen en la magia.

(FUENTE: rtve.es)

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