martes, 26 de abril de 2011

Taxista colombiano quedó afectado tras llevar a ‘extraña pasajera’



Jerson Campo todavía tiembla. Su mirada se pierde en el infinito. Su voz se entrecorta cuando intenta ahondar en su escalofriante historia.

El pasado Sábado de Gloria, el día de la Semana Santa en que se esperaba la resurrección de Jesús después de haber llegado hasta lo más profundo del reino de la muerte, Jerson Campo Salcedo, un vivaz taxista soledeño, pasó, según él, por la experiencia más espeluznante de su vida: una mujer que minutos antes había recogido para transportarla en su taxi desapareció en sus propias narices mientras le hablaba y le miraba a través de un espejo retrovisor.

Jerson, que ha dedicado 10 años al oficio de sus 35 de vida, dice que eran aproximadamente las 7 de la noche cuando le ocurrió el percance.

—Yo recogí a la muchacha en el barrio Salamanca. Me dijo que la llevara hacia el coliseo Humberto Perea. Le cobré 10 mil por la carrera. Ella era blanca, de cabello negro, y vestía jean y blusa morada...

Después de su breve descripción, Jerson calla.

Desde unos meses atrás, el soledeño hace un turno de ‘agua y luz’, que en el argot de los taxistas se conoce como la extensa jornada de timón y pedal entre las 5 de la mañana y 10 de la noche. En el momento de recoger a la misteriosa mujer, aún no llevaba la tarifa completa. El poco recaudo del día, solo le había servido para un tanqueo del Hyundai Atos, de placa UYU 214, que maneja.

—Cuando avancé un par de cuadras, la muchacha me preguntó que cómo me había ido en la jornada, que cómo había estado el día. Yo le contesté que la vaina había estado dura, que nada de carreras durante el día. Después, ella se quedó callada. Al poco rato volteé para mirarla de frente y ya no estaba...

Solo doce cuadras alcanzó a recorrer Jerson con el supuesto fantasma. Al no ver nada dentro de su taxi, se bajó y corrió desesperadamente hasta que se tropezó con unos agentes de la Policía que vigilaban el barrio El Tucán.

—Los policías me llevaron hasta un SAI, ahí llamé a mi casa para que vinieran a buscarme. Tenía todas mis cosas: papeles, plata,celular y llaves del carro...

Lucelys Tapia, esposa de Jerson, recuerda que él estaba irreconocible después del aparente ‘encuentro con el más allá’. Señala que su temor era semejante al de un niño cuando lo asustan. “Estaba en shock. Así duró un buen rato. Ya se vino a calmar cuando le di un par de Asawin. Yo sí creo que le pasó eso”.

Juan Campo, papá de Jerson, sostiene que la supuesta aparición tiene un significado. Indica que cuando esas cosas suceden es porque Dios quiere que sus almas cambien.

“Esas cosas suceden para que la persona cambie el estilo de vida que lleva, un estilo de vida desordenado tiene que corregirse. Eso es algo bueno, él llevaba una vida desordenada, tomaba constantemente”, agrega Juan.

Contrario a las opiniones de la familia del taxista, la comunidad soledeña opina que a este no le salió ningún espanto, lo que pasó fue que alguna mujer intentó darle escopolamina, pero su reacción fue oportuna y rápida.

Mientras, Jerson confiesa que no trabajará por ahora.

Apariciones en carreteras
Dando una opinión sobre la aparición en carretera que tuvo el taxista, inicialmente se puede decir que no es la primera vez que se registra un caso como este, ya que en Europa las historias de apariciones fantasmales de carreteras abundan, pero los estudiosos en temas paranormales afirman que, más que ser un simple mito, es una realidad espiritual afirmando, y que cuando un espíritu frena un carro para pedir que lo lleve es una forma primaria de contacto espiritual o médium para ser escuchados. Según las teorías más convencionales, este tipo de contactos no se da con todo el mundo, y sí a personas que tengan facultad de ver entidades de otras dimensiones. 

(Por Álvaro Palacio, investigador de temas paranormales)
(FUENTE: elheraldo.co)

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