domingo, 24 de abril de 2011

El insólito culto a Ricardo Barreda crece en la web


Muchos internautas le rinden un culto al odontólogo argentino Ricardo Barreda. Sí, aunque parezca increíble, el “dentista más famoso” por el cuádruple homicidio de su familia en 1992 -y que obtuvo hace poco la libertad condicional- tiene una legión importante de seguidores. Paso directamente de ídolo a santo.

A tal punto que se lo conoce como el “Santo Patrono de los Varones Oprimidos por el Matrimonio” y tiene su propia estampita. “Pórtenla los casados para que los proteja, y los solteros para que no los deje caer en la tentación”, dicen en la web.
A continuación transcribimos algunas invocaciones para que San Barreda intervenga en situaciones de crisis:

-Si llegamos a casa pasadas las tres de la madrugada en un estado cuestionable y vemos dentro luces encendidas: sería prudente, antes de ingresar, recitar apretando fuerte la estampa: “San Barreda, San Barreda, que no joda ni me agreda”.

-Al volver cansados luego de un día de trabajo, empezamos a oír las historias de los chicos en la escuela, la vecina y el verdulero, la novela de las dos, etc. Esto puede funcionar: “San Barreda, te suplico: que este loro cierre el pico”.

-Este es difícil de pronunciar pero si nos lo aprendemos puede ser muy beneficioso para nuestra economía: “San Barreda, mi profeta, desmagnetiza esa tarjeta”.

-Como todos sabemos, la principal causa de muerte entre los hombres casados es la “hinchazón testicular”. Por eso, cuando un domingo por la tarde intentamos ver el partido y nuestra mujer nos ronda cual mosca veraniega lanzando frases como “la lamparita del pasillo no se cambia sola”, podemos salvar nuestra vida si, frotando la estampa del Santo en la zona del bajo vientre, invocamos: “San Barreda, yo te froto, que me resista el escroto”.

-Si acaba de llamar la “progenitora de nuestra esposa” diciendo que viene hacia nuestro hogar, podemos rechazarla con: “San Barreda, San Barreda, que el Demonio retroceda”.
-Si ya se encuentra aquí y no se marcha, indicio de que la visita puede durar varios días: “San Barreda, San Barreda, hoy la vieja no se queda”.

En la web hay de todo, como este culto a un hombre que fue condenado a perpetua por asesinar a escopetazos a sus dos hijas, a su esposa y a su suegra porque, según él, lo humillaban diariamente, llegando incluso a apodarlo “Conchita” (como se lee en la estampita).

Hoy Barreda resulta beneficiado con la libertad condicional, por lo que en este momento se encuentra viviendo con su actual pareja, “Pochi” Berta, en el barrio porteño de Belgrano.

(FUENTE: elintransigente.com)

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