En Argentina los clásicos detienen el país. Han sido necesarios seis años y un poco de magia negra para que Racing venciera a Independiente en el clásico de Avellaneda. El vestuario visitante estaba marcado con cruces rojas y desprendía un fuerte olor a vinagre. ¿El resultado final? 2-0 para Racing.
Según el diario Olé, el vestuario reservado para los visitantes apareció pintado con unas pequeñas cruces rojas y regado con vinagre en un intento ya desesperado por lograr que Racing lograra la victoria después de once clásicos.
Si esto fue o no determinante para el triunfo local es difícil saberlo, pero que rompieron una racha de seis años es un hecho irrefutable. Tras el partido, la directiva de la ‘Academia’ se acercó al vestuario de Independiente para pedirles disculpas pero negó tener nada que ver con lo ocurrido.
El presunto hechizo consistió en realizar cruces rojas en todas las puertas, ventanas, el túnel de vestuarios, en cualquier espacio por donde pudieran pasar los jugadores de Independiente y regar con vinagre las instalaciones del equipo. Tras el partido, el medio argentino recorrió el recinto y pudo contabilizar hasta quince marcas.
No es el primer truco
Lo más desagradable fue el olor a vinagre, que impidió que los jugadores pudieran estar mucho tiempo en el vestuario para poder cambiarse. Pero este no es el primer truco con el que los hinchas del Racing han intentado desestabilizar a sus vecinos de Avellaneda. En anteriores visitas no ha sido raro encontrar pintadas, carteles de aliento a los locales e incluso han llegado a orinar en el túnel de vestuarios.
(FUENTE: eurosport.yahoo.com)
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