martes, 1 de febrero de 2011

China se viste de rojo y se prepara para recibir el Año del Conejo con todo tipo de predicciones



La llegada del Año del Conejo en el zodíaco chino, período que durará del 3 de febrero al 22 de enero de 2012, lleva, como cada año, a los chinos a vestir de rojo sus hogares y a consultar en las calles a los expertos tradicionales en predicciones.

Nadie se atrevería a garantizar en Occidente que 2011 será el año en el que el mundo entero deje atrás la crisis o que una empresa determinada logre el éxito o el fracaso, pero en China la tradición llama a recurrir a los augurios.

Conocido también como el Festival de Primavera, las fiestas de entrada del año nuevo lunar se celebran de manera muy similar a la occidental, envuelta en tradiciones y rituales, con festejos desde 15 días antes y preparativos iniciados meses antes.

La gente compra regalos, elementos decorativos, comida y ropa, y limpia las casas a conciencia para eliminar cualquier rastro de mala suerte, mientras que viste puertas y ventanas de rojo, y pone en el exterior farolillos que se iluminan en horas nocturnas.

Todas estas celebraciones sirven, en esta ocasión, para recibir al Año del Conejo y recordar que quienes nacieron o nacerán con este signo zodiacal gozarán de longevidad y prosperidad, y tendrán una vida tranquila y en paz.

Los rituales familiares de la noche del 2 al 3 de febrero se repiten cada año y, como en muchas ocasiones, comienzan por la cena, que suele ser un banquete de mariscos y jiaozi (bolas de masa hervida como raviolis), que representan los buenos deseos.

Además, los banquetes incluyen langostinos para la vitalidad y la alegría, ostras secas (ho xi), pescado crudo (yu sheng) para la buena suerte y fa-hai (una comida a base de algas y en forma de cabello) para la prosperidad.

Es también habitual llevar vestimentas de color rojo para alejar los malos espíritus y evitar el color blanco o negro, ya que estos se asocian con el duelo.

Ese mismo día, según una antigua costumbre, los matrimonios y adultos entregan a los niños y solteros dinero en sobres de color rojo que se conocen como hong bao.

En la medianoche, las calles se iluminan con fuegos artificiales, que dan paso a los cohetes, encargados de amenizar con ruido ensordecedor, pues no en vano presumen los chinos de haber inventado la pólvora, durante los 15 días del Festival.

El final del Año Nuevo lo marca el Festival de las Linternas, celebración con cantos, bailes y espectáculos de faroles que se organiza el día 15 del inicio del año (18 de febrero esta vez).

Todos los rituales sirven para dar la entrada a un año que, según afirman, será próspero y positivo en términos generales y sobre el que en Hong Kong se atreven a dar predicciones más ajustadas asegurando que será extraordinariamente bueno para los negocios.

"El conejo es un animal cauto. Siempre está alerta y atento a su alrededor y asegurarse que el siguiente movimiento sea seguro", declaró el analista económico Philip Chow, designado el mejor "broker" de 2010 en Hong Kong.

Las previsiones hechas en la región administrativa especial china relacionan la economía con los animales y con el "feng shui", práctica tradicional basada en la orientación y disposición de los objetos para atraer lo positivo y repeler los malos espíritus.

Si los augurios formulados por Raymond Lo, conocido maestro de "feng shui" en Hong Kong, el Año del Conejo no será bueno, por ejemplo, para Apple ni para su creador, Steve Jobs, otras empresas como Facebook, verán multiplicadas sus ganancias según Lo.

La próxima llegada del nuevo año trajo consigo también un aluvión de mercadotecnia que va desde llaveros de piel con forma de conejo a la venta de crías del propio animal, algo criticado desde Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, siglas en inglés) "El mejor período para ayudar a los conejos no es precisamente en la llegada de su año. Hay que intentar evitar que estos animales sufran", manifestó Maggie Chen, responsable de PETA en Pekín.

El animal al que se da la bienvenida, no siempre es garantía de noticias sin polémica pues los censores chinos retiraron de Internet unos dibujos en los que unos conejos vestidos de tigre (el animal del 2010) cuentan la "verdad" de temas como la brutalidad policial, la contaminación alimentaria, desalojos forzados o abusos de poder.

Lo cierto es que China se prepara para entrar en un año clave para su consolidación entre la élite económica mundial y la fiesta será sobre todo, una reunión de familiares de todas edades en torno a la estufa, por el frío invernal, como símbolo de la unidad familiar y vínculo a las raíces.

(FUENTE: EFE)

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