martes, 7 de diciembre de 2010

Astrofísico presenta una prueba de que los OVNIs no existen



¿Un avión? ¿Una estrella? ¿Un platillo volante? Ninguna de las tres cosas. Se trata simplemente de una bola luminosa originada por un fenómeno natural. Y no tiene marcianos dentro. El astrofísico australiano Stephen Hughes ha lanzado a la comunidad científica, desde las páginas de la revista científica de la Royal Society, una teoría con la que pretende desmontar tanta conclusión ligera y apresurada de la presencia de extraterrestres en nuestros cielos.

Hughes ha elaborado su teoría partiendo de uno de los supuestos avistamientos que más han dado que hablar en los últimos años, el de un brillante objeto verde al que se vio rondar por las montañas de Brisbane en 2006, coincidiendo con una “lluvia” de meteoritos.

Tal y como publica en su estudio, uno de estos meteoritos pudo haber desatado momentáneamente una conexión eléctrica entre la alta atmósfera y el suelo, proporcionando la energía para que una centella o rayo globular apareciera por encima de las montañas, creando así una gran bola luminosa.

Estas bolas de fuego son meteoritos excepcionalmente brillantes que se crean por fragmentos de rocas espaciales más grandes que las partículas de arena responsables de las estrellas fugaces. Pero al igual que las estrellas fugaces, cruzan el cielo a gran velocidad, según explica la BBC.

Al menos tres de estas tres bolas se vieron aquella estrellada noche en Brisbane. "Si pones juntos fenómenos atmosféricos inexplicables, como la naturaleza eléctrica con el deseo psicológico humano de ver algo, eso podría explicar mucho acerca de las visiones de los ovnis", asegura Hughes.

La alarma saltó después de que numerosos testigos juraran y perjuraran haber visto una bola brillante de color verde intenso que se movía ladera abajo. Un granjero llegó a precisar incluso que el objeto, que desde su ubicación medía 30 centímetros, pasó justo por encima de su cabeza.

El científico, que es un prestigioso conferenciante de la Universidad de Tecnología de Queensland, inició el estudio después de que se le solicitara acudir a una televisión local para examinar las fotos y explicar lo que los miembros del público habían captado en las cámaras de sus celulares.

Según explicó Hughes a la BBC, todavía no se sabe exactamente cómo se comportan estos los rayos globulares o centellas, aunque se sabe que están relacionados con los tormentas eléctricas. Su teoría ya ha recibido el aplauso de algunos de sus colegas, aunque él mismo reconoce que “no es una teoría sólida, sino más bien una sugerencia que merece la pena ser explorada".

De hecho, aquella noche australiana, sobre las montañas de Brisbane, no había actividad eléctrica ni tormenta. ¿Cómo se formaron esas bolas luminosas? ¿O no eran bolas luminosas? ¿Y qué ocurre con el resto de supuestos OVNIs?

(FUENTE: larazon.es)

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