El investigador yucateco, Eddie Salazar Gamboa, aseguró que el Castillo de Chichén Itzá registra al menos unos 10 fenómenos arqueoastronómicos al año, en los cuales tanto el Sol como la Luna tienen un papel protagónico.
En entrevista, el descubridor de un fenómeno denominado de partición del Castillo, ya que los efectos de luz y sombra del Sol dividen en dos partes simétricas el edificio en días previos a los solsticios, informó que en días pasados se confirmó la existencia de este fenómeno, pero ahora con la Luna.
“Lo que puedo anunciar es que hace un par de días se pudo observar, por primera vez en cinco siglos de permanecer oculto, cómo la luna provocó que el Castillo de Chichén Itzá se iluminará en su costado norte y poniente, en tanto la parte sur y la oriente permanecieron totalmente ocultas, ya que es parte de su simetría”, dijo.
“La pirámide es simétrica, por ello tanto el sol como la luna marcan los cuatros cambio de estación que se registran”, subrayó el académico del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM).
Salazar Gamboa también destacó que una de las dificultades para detectar estos fenómenos se debe a que “los solares son prácticamente constantes, mientras que los lunares varían por la rapidez con que se mueve la Luna sobre la bóveda celeste”.
Hasta hace poco se pensaba que el Castillo de Kukulcán sólo marcaba el inicio del equinoccio, de primavera y de otoño, sin embargo, luego de los cálculos efectuados en 1994, junto con Víctor Segovia Pinto, se observó el descenso del dios serpiente sobre la alfarda noroeste, formada por la Luna.
Este es un fenómeno lunar que se observa durante la primera luna llena después del equinoccio de primavera, la cual, también marca la Semana Santa.
Para 1997 se calculó que los solsticios, de verano e invierno, también influyen, y fue de mucha utilidad para los sacerdotes astrónomos mayas, ya que estas fechas, dos de los costados están complemente iluminados, y los dos restantes, ensombrecidos.
Luego de 10 años de investigación, se aceptó el hallazgo y se empezó a promover, demostrándose que en el solsticio de verano, al amanecer, el costado norte y oriente están iluminados, mientras que el poniente y sur, en obscuras.
Mientras que en el solsticio de invierno, en diciembre, al atardecer, el costado poniente y sur están iluminados, caso contrario con la parte oriente y norte.
“Ahora vemos que la Luna también influye en los solsticios, pues a 30 días del inicio del invierno, demostró la simetría, aunque con una débil luz, 400 veces inferior a la del Sol”, por lo que el fenómeno se observó el pasado domingo entre las 18:30 y 19:00 horas”, indicó.
(FUENTE: cronica.com.mx)
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