viernes, 15 de octubre de 2010

Los rusos y el misterio de las profundidades: el "Quacker"



En plena Guerra Fría, los submarinos de la marina soviética que patrullaban en zonas del Mar de Barents, el Mar del Norte y el Atlántico Norte, reportaron durante años un extraño sonido en las profundidades, descripto según los propios tripulantes como similar al sonido que puede emitir una rana. El sonido fue bautizado como “Quacker” (una forma sonora onomatopéyica que proviene del ruso “квакер”) . Los sonidos, según la interpretación de la tripulación, eran emitidos por algún objeto en movimiento bajo el agua, objetos que sin embargo, no pudieron registrarse a través del equipo SONAR (una técnica de localización acústica utilizada para detectar otros buques).

Cuando los submarinos abandonaban la zona de patrulla, los sonidos desaparecían. Los reportes del “quacker” se acentuaron hacia finales de la década de 1970. El misterio en cuanto al origen del sonido, llegó a afectar la moral de las tripulaciones de los submarinos, y por supuesto, la Academia de las ciencias de la URSS, previendo una potencial amenaza, llega a crear una comisión investigadora con resultados estériles, que se disolvería con el tiempo, sobre todo cuando el fenómeno del sonido Quacker empezaba a desaparecer.

En cuanto a la explicación sobre el origen de los sonidos, aún hoy, no hay evidencia clara al respecto. La hipótesis más aceptada, es la de algún tipo de tecnología secreta desarrollada por los Estados Unidos. Según ésta hipótesis, los sonidos Quacker eran pulsos de sonar emitidos desde equipos americanos fijos, un sistema similar a un sistema de Vigilancia de sonido conocido como SOSUS, desplegado en todo el norte del Océano Atlántico, operado por la Marina de los Estados Unidos como parte del Sistema de Vigilandia Integrado Submarino (IUSS). En la versión soviética, aún no está revelado el origen del llamado sonido Quaker, por ello, es interesante indagar sobre el sistema SOSUS como una de las posibles explicaciones a éste “extraño fenómeno”.

El sistema SOSUS fue implementado por la Marina de los Estados Unidos para promover el seguimiento de los submarinos soviéticos a partir del año 1949, bajo la supervisión de un Comité creado para reducir cualquier amenaza bajo el mar. El sistema de control elegido, fue el de la localización acústica a través de sensores distribuidos en gran parte del planeta, pero sobre todo, en cercanías de Groelandia, Islandia y el Reino Unido.

Los transductores de sonido acuáticos (hidrófonos) eran situados en puntos estratégicos bajo el océano y conectados a través de cables submarinos a las instalaciones en tierra. De éste modo cientos de kilómetros bajo la superficie del mar estaban bajo control. Hacia 1952, el avance en los sistemas de localización acústica de largo alcance permitieron instalar seis dispositivos fijos en la cuenca del Atlántico Norte. Las estaciones de monitoreo del programa SOSUS, eran conocidas como NAVFAC. Con el tiempo, las estaciones se multiplicaron y el programa se extiende a distintos puntos del planeta, incluyendo el Pacífico.

El programa SOSUS sirvió por ejemplo, para detectar el sitio del hundimiento del submarino de la Armada norteamericana USS Thresher (SSN-593), en el año 1963. Pero sobre todo, permitió detectar submarinos soviéticos hacia fines de la década del 60. Precisamente, es a partir de esos años que los submarinos soviéticos reportaron las mayores detecciones de la señal acústica quacker.

A partir del año 1985, el sistema SOSUS se integra al Sistema de Vigilandia Integrado Submarino (IUSS). En la actualidad, un menor número de estaciones de vigilancia continúan en funcionamiento, aunque con fines más científicos. La totalidad del programa SOSUS fue revelado tras la desclasificación en el año 1991. Mientras, los informes sobre el sonido Quacker por parte de los soviéticos, hoy en manos de Rusia, permanecen clasificados.

No es de extrañar, que entre las explicaciones al “sonido de rana”, proliferaron teorías sobre animales marinos no identificados, cetáceos extintos como el Basilosaurus, o que hoy son terreno de la criptozoología, o seres de las profundidades como el calamar gigante, invisibles a los dispositivos SONAR. En todo caso, la teoría de los animales marinos, no explican la dinámica de los sonidos, que se acentúan hasta la década de los 80, para luego desvanecerse.

Por su parte, el ciclo de vida del sonido Quaker en coincidencia con los tiempo de la Guerra Fría, da mucho sustento a la hipótesis de una tecnología desconocida hasta entonces, pero siendo sinceros, la hipótesis de que el sonido fuese originado por un ser vivo tampoco ha podido ser desmentido -y menos aún al existir reportes norteamericanos de extraños sonidos en esos mares y otros próximos-, por lo que aún este misterio sigue abierto. 

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