miércoles, 1 de septiembre de 2010

El misterio del faro de Great Isaac Cay



A pesar de que los científicos han asegurado que ya resolvieron el misterio del Triángulo de las Bermudas, aún existen infinidad de misterios sin respuesta en esa zona, y esta, es sólo una de ellas:

Great Isaac Cay es una pequeña isla situada en las Bahamas, a unas 20 millas náuticas de Bimini. O sea, en la zona de influencia del archifamoso Triángulo de las Bermudas.

La construcción más notoria en la islita es un faro, levantado en 1859. Dicho faro fue instalado allí para proteger a los barcos que recorrían las cercanías, dado que se consideraba una zona peligrosa y ya contaba con varios naufragios.

En uno de ellos, el único sobreviviente fue un niño. Y de acuerdo a los cuentos de marineros locales, en las noches de luna llena se puede ver el fantasma de su madre en la isla, al cual apodaron La Dama Gris.

Esta leyenda no espantó a los empleados del faro, que por décadas cumplieron su tarea a rajatabla.

Pero en cierto momento, se verificó un hecho que dejó atrás todos los cuentos de fantasmas: como siempre, la realidad superó a la fantasía.

Luego de recibir varios reportes sobre luces erráticas en la zona de la isla, los guardacostas intentaron comunicarse sin éxito con la dotación del faro (compuesta por dos hombres).

En vista de ello, enviaron un buque a investigar, el cual llegó a la isla el 4 de agosto de 1969.

Lo que encontraron al llegar dejó mudos a los guardacostas: la dotación del faro había desaparecido sin dejar rastro. Tanto ropas como pertenencias y alimentos se hallaban en su sitio, pero no había señal alguna de los dos hombres ni pista de lo que pudo haberles sucedido.

De allí en más, llovieron los rumores y las especulaciones. Hay quien dice que la Oficina de Inteligencia Naval despachó un equipo de tareas bastante heterogéneo al lugar, el cual habría incluído algunos científicos y oficiales del área de "tecnología extranjera" (léase: OVNIs).

Sea como sea, nunca más hubo operadores en ese faro. Se realizaron los trabajos necesarios para automatizar el funcionamiento del mismo y así continúa en servicio hasta el día de hoy.

Las construcciones en ruinas corresponden a vivienda de los fareros y diversos depósitos que, con el tiempo, se han venido deteriorando casi por completo.

Con la desaparición misteriosa de los empleados del faro, la isla perdió sus dos últimos habitantes.

Nadie vive allí.

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