jueves, 3 de junio de 2010

Historias de cazafantasmas españoles


¿Sospechas que en tu casa podría haber fantasmas? Si es así, bajo una estricta confidencialidad puedes ponerte en contacto con un especialista en este tipo de fenómenos. José Manuel García Bautista y Jordi Fernández son dos de ellos. Entre los dos suman más de treinta años dedicados con gran pasión a este campo. Se metieron en esto por curiosidad y empezaron como la mayoría de curiosos, leyendo muchos libros relacionados con esta disciplina.

Para José Manuel, el primer paso a seguir en todo proceso de investigación de estas características es comprobar in situ las experiencias de los afectados a través de entrevistas, que se repiten con el objetivo de encontrar algún tipo de incongruencia y detectar si podríamos estar, en realidad, frente a un fraude. «Se dan muchos casos de este tipo, pero la mayoría no trascienden», asegura.

Seguidamente, la investigación cobra forma con la recogida y posterior registro de «todo lo que allí suceda». Es en esta fase cuando estos cronistas del misterio hacen gala de una de sus principales cualidades: La paciencia. A partir de aquí, y rodeados de un importante equipo técnico, vienen las numerosas horas de grabación. Jordi cuenta a abcdesevilla.es que cada investigador tiene su propia técnica, para él, por ejemplo, «recomienda hacer grabaciones de tres minutos de duración, si buscamos cualquier tipo de sonido o psicofonía (en parapsicología, grabación de sonidos atribuidos a espíritus del más allá), ya que si no el oído se acostumbra al silencio y acabas escuchando de todo o no acabas escuchando nada».

Todo ese material hay que revisarlo después detenidamente en busca de alguna sombra, orbe (esfera celeste o terrestre), psicofonía, aparición... Y hasta aquí el trabajo de campo. Pero lo que queda es, si cabe, más delicado aún. Toca informar a la familia acerca de la posibilidad de que su vivienda pudiera estar o no encantada. José Manuel recalca que «sólo somos investigadores», es decir, su misión es estudiar e informar de sus conclusiones, «nunca 'expulsamos' lo que encontremos en una casa de estas características porque eso no está en nuestra mano».

Jordi, por su parte, cuenta que no son 'cazafantasmas'. «Ojalá los cazáramos». No intentan convencer a nadie con estas investigaciones. Sino todo lo contrario. «Si alguien duda, que haga como yo, coja una grabadora y vaya a cualquier sitio a depositarla. Y tras ello, analicen el audio en el ordenador. Eso les dará la respuesta».

Pero, ¿realmente se puede convivir con un fantasma? «Todo depende del caso que le hagas», añade Jordi. «Yo le digo a la gente que recen, si son creyentes. La fuerza de la mente es la que puede hacer que el fantasma aparezca delante tuya».

Terror en Viandas...
García Bautista convive a diario con esa sensación de intranquilidad, a veces de angustia en sus trabajos: «Escuchas una nana y no hay nadie allí para cantarla». «Son muchas las noches en las que no he podido dormir», añade. Asimismo, entiende el miedo como un efecto fisiológico, como una «explosión de adrenalina que no deja dormir». Confiesa que sintió auténtico terror durante sus investigaciones en el Restaurante Viandas: «Escuchábamos pasos, sonidos...».

En este sentido, asegura convencido que es uno de los grandes casos de su vida. «Allí grabamos las primeras orbes que se registraban en España y un equipo de televisión capturó sombras que no salían de los pies de nadie». Con todo ello, el «Caso Viandas» aunaba todos los requisitos para convertirse en uno de los grandes episodios de lo paranormal no sólo de la ciudad, sino también de España. «Fue uno de los primeros casos que publicó la revista norteamericana FATE como paradigma de lo paranormal».

...Y pánico en el Hogar Virgen de los Reyes
Para Jordi, el caso más escalofriante fue el que le tocó vivir en el antiguo Hospital Virgen de los Reyes. «Daban clases de baile en una capilla que había allí y según un profesor y los alumnos veían cosas. Entramos en esa capilla y nada más llegar una señora me advirtió de que no entrara en una habitación del fondo, que era una antigua sacristía, que bien servía de almacén de bártulos». ¿Pero qué hace un investigador? Entrar, claro. «La puerta se cerró a mi paso, pero no le di mayor importancia», cuenta.

Tras ello, sus sentidos se agudizaron pues la habitación estaba a oscuras y comenzó a oír más y a sentir más. Cerró los ojos esperando a sentir «algo». De repente, se pararon la grabadora y la videocámara (ya lleva tres videocámaras rotas). Y escuché en mi cabeza «'Vete' o 'fuera de aquí'». La puerta no se abría. Bajó la temperatura unos quince grados. Y realmente estuvo preso de un ataque de nervios. Aquel día Jordi llegó a insultar a «eso». Y finalmente, pudo salir de forma repentina, mientras sus compañeros estaban al otro lado a unos 20 metros.

Para ver el video de la entrevista: Haz click aquí,...

(FUENTE: www.abc.es)

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