lunes, 28 de junio de 2010

Casas embrujadas de Estados Unidos: Amityville



Ya hace poco tiempo reseñamos algo respecto a esta famosísima casa embrujada -actualmente en venta-, y obviamente, ya era hora de reseñar su historia:

El 112 de Ocean Avenue es la dirección de una gran casona cuyo pasado está colmado de misterios y sucesos sobrenaturales. Está localizada al sur de Long Island y a unas veinte millas de la ciudad de Nueva York, en la localidad de Amityville. Durante muchos años ha estado deshabitada, por la increible historia que gira en torno a ella. Desde un cementerio indio hasta el caso poltergeist que diera origen a una novela de terror, pasando por un asesinato múltiple: sin lugar a dudas éste sitio representa uno de los lugares más enigmáticos y macabros de Estados Unidos.

La Historia de la Mansión.
Se asegura que el terreno fue inicialmente utilizado por los indios nativos shinnecocks para dejar allí a los locos, a los moribundos y a los enfermos. Se los abandonaba en éste lugar aprisionados, hasta que morían de hambre y de sed. Luego se les enterraba allí mismo, originando así una especie de cementerio de los condenados. Esa costumbre perduró por siglos.

Hacia finales del siglo XVII, los colonizadores se apropiaron del territorio. La primera extructura construida en el lugar fue una pequeña casa que contaba con un sótano, y más tarde se construyó el resto de la casa, siendo ésta de origen colonial holandés. El dueño era John Catchum o Ketcham, quien había sido expulsado de Salem, Massachussets, por practicar la brujería. Una vez en la mansión, Catchum, había continuado llevando a cabo ritos satánicos, con sacrificios que incluían animales y hasta niños, según los rumores. Cuando murió, fue enterrado en los terrenos de la casa y esta fue quemada.

Un asesinato múltiple.
La segunda mansión se construyó en 1928 y es la que existe hasta nuestros días. El constructor fue un hombre llamado Monarham. Varias familias fueron sus dueñas, hasta que los Riley la vendieron a la familia DeFeo. Tras los incidentes que allí ocurrieron, se descubrió una habitación pequeña en el sótano que contenía un pozo y que no estaba ilustrada en los planos. Esta habitación tenía las paredes pintadas de rojo y se convirtió en uno de los misterios de la mansión de Amityville.

La madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia, Ronald DeFeo, de tan sólo 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos, con un rifle, dejando un total de seis personas muertas.

Los investigadores no tenían ningún indicio que les permitiese sospechar de alguien en concreto, hasta que uno de los detectives que recorría las habitaciones de la casa en busca de alguna pista encontró en la pieza del único superviviente dos cajas de cartón de balas para un rifle.

Las investigaciones comenzaron a arrojar resultados asombrosos, como un robo que el joven habría cometido contra su abuelo y sus extraños cambios de humor. Después de largos interrogatorios, la policía consiguió la confesión, y el joven fue condenado a 25 años de prisión, a pesar de que el asesino sostenía que había actuado movilizado por las voces que habitaban en la casa y que lo inducieron a perpetrar los asesinatos.

Poseida por un espíritu maligno
El 28 de diciembre de 1974, veintiocho días después del asesinato múltiple, un matrimonio se mudó al lugar en donde había ocurrido la masacre. Motivados por un precio excepcionalmente barato, la pareja compuesta por George y Kathy Lutz, compraron la vivienda sin darle mayor importancia a la masacre recién acontesida. Aunque pasados apenas unos días comenzaron a experimentar extraños fenomenos que les impidió seguir viviendo allí.

Desde el primer momento en que ocuparon la casa, el matrimonio y sus hijas pequeñas sintieron una presencia sobrenatural, que se iba haciendo más fuerte cada día. Al principio, se escuchaban ruidos extraños a lo largo del día; luego, comenzaron a aparecer manchas en las paredes y malos olores sin motivo aparente, y las puertas y ventanas se abrían solas.

Kathy Lutz agregaría que en reiteradas ocasiones se sintió observada en ciertas partes de la casa, principalmente en las habitaciones, y que una vez vio unos ojos rojos que la miraban desde la oscuridad a través de la ventana. De repente, comenzó a tener pesadillas repetitivas con los crímenes sucedidos en la casa, pero soñando que las víctimas eran los componentes de su familia.

La suppuesta entidad que habitaba la vivienda trató incluso de apoderarse de los cuerpos de sus residentes, manipulándolos a su propia voluntad y obligándolos a cometer actos de naturaleza violenta, algo en lo cual los Lutz nunca han querido ahondar.

A los pocos días de habitar el lugar, el matrimonio se convenció de que la casa estaba poseída por una presencia demoníaca y recurririó al sacerdote de la iglesia más cercana, quien contaría después que al tratar de bendecir la casa, escuchó una voz que lo echaba, una voz que surgió de la nada desde la planta más alta de la casa y que gritó: ¡¡¡ LARGATE DE AQUÍ !!! Según los relatos de la época, cuando el sacerdota ingresó a la casa, el ambiente se llenó de un olor putrefacto y una nube de moscar invadió el lugar. El religioso debió luchar con una fuerza física que le impedía acercarse a la casa y finalmente fue violentamente expulsado.

La visita del sacerdote marcó el punto en que los sucesos paranormales se incrementaron, George empezó a sentir presencias extrañas también, e incluso sentía miedo a abrir los grifos pues suponía que una presencia maligna podía salir de ellos si abría la llave de paso. Las alucinaciones se hacían más comunes y la desconfianza en la familia se acrecentaba, George afirmaba que su mujer se estaba tranformando en una bruja pués, según él, se le estaban cayendo los dientes y el pelo. Tal punto que los Lutz debieron abandonar para siempre la casa, que desde entonces se encuentra deshabitada y sobre la cual pesa el estigma de la leyenda de Amityville.

Amityville en el cine y la literatura
Jay Anson, un periodista veterano, escribió un libro que se convirtió en un éxito instantáneo de ventas en todo el mundo: Aquí vive el horror o El horror de Amityville, mismo que duró un año en el número uno de la lista de los libros más vendidos del New York Times y fue traducido a varios idiomas, dando origen además a varias películas y documentales, y como dicen los americanos "el resto, es historia",....

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