Una organización escocesa que estudia fenómenos paranormales (y que tienen el colorido nombre de Investigaciones de la Luna Llena, en español), está luchando desde 2008para que el parlamento simbólicamente otorgue el perdón post mortem y reinvindicación de su memoria, para los procesados en el pasado por brujería, entre ellos, a la espiritista escocesa, Helen Duncan, arrestada en 1944, es decir en uno de los momentos críticos de la Segunda Guerra Mundial; esta es su increíble historia.
Cuando el acorazado Barham fue torpedeado por los alemanes en noviembre de 1941, con la pérdida de más de 800 vidas, el Almirantazgo retrasó el anunciar la noticia para mantener la moral.
Pero el secreto se terminó en unos pocos días cuando el medio de Helen Duncan le dijo a una pareja durante una sesión de espiritismo que su hijo -un marinero en el barco-, se le había presentado desde el mundo espiritual para decirles que se había hundido.
Al saberse esto, y en uno de los actos más extraños de la Segunda Guerra Mundial, la Sra. Duncan fue acusado de filtrar secretos militares - y se convirtió en la última mujer encarcelada como una bruja en el Reino Unido en ese entonces. Ahora los activistas quieren un perdón oficial para la madre escocesa, que pasó nueve meses en la prisión de Holloway, al norte de Londres.
La señora Duncan fue uno de las médiums más conocida de Gran Bretaña. Durante sus sesiones de espiritismo era capaz de producir "ectoplasma" (una sustancia fibrosa blanca que se supone que debe dar forma a los espíritus y les permite comunicarse) Los investigadores paranormales de entonces la denunciaron como un fraude y que utiliza gasa y claras de huevo, pero su familia insiste en que ella era genuina, "era una mujer común y corriente con un don". A pesar de la controversia, la señora Duncan supuestamente contaba con Winston Churchill y el rey Jorge VI entre sus clientes.
Empieza su martirio injustificado
El Barham, un acorazado de 29.000 toneladas, fue impactado por tres torpedos alemanes en el Mediterráneo el 25 de noviembre de 1941. El barco se hundió en cuestión de minutos, con la pérdida de 861 vidas. Abrumado por los bombardeos alemanes en su metrópoli, el gobierno británico decidió no hacer pública la noticia, sobre todo para evitar que los alemanes descubrieran y aprovecharan lo que podrían considerar una gran victoria: los alemanes desconocían la dimensión del buque hundido.
Sin embargo, Duncan, que vivía en Portsmouth en el momento, celebró una sesión de espiritismo sólo unos días después y contó que vio a un marinero con el HMS Barham palabras en su cinta del sombrero. Él le dijo: "Mi barco se hunde". La noticia de esta revelación llegó al Ministerio de Marina y fue puesta bajo observación, pero ella no fue detenido hasta enero de 1944.
El juicio marzo 1944 causó sensación en los medios: la señora Duncan fue acusada de traición. Churchill denunció el caso en su contra como "tonterías absurdas" y la visitó en la cárcel,... pero por razones desconocidas no apeló por ella.
La acusación prosiguió en respaldar tal afirmación y ella fue finalmente condenada bajo la Ley de Brujería 1735. Ella fue la última persona en Gran Bretaña encarcelada bajo esa ley, que fue derogada en 1951. La última persona condenada en ese entonces, fue el londinense Jane Yorke, de 72 años, que salió libre con una multa en octubre debido a su edad, en 1944.
Se asegura que el motivo real por el cual Duncan fue encarcelada es aún más extraño e inaudito: la paranoia hacía pensar a los militares británicos una de dos hipótesis: o Duncan era una espía o se comunicaba con espíritus que podían comprometer la seguridad nacional.
Cundió el pánico entre los estrategas británicos, que temieron que Duncan revelara el máximo secreto del hecho que terminaría de inclinar la balanza de la guerra: el Día D.
La señora Duncan pasó 9 meses en la cárcel por esto.
Sra. Duncan murió en 1956, poco después de ser arrestado de nuevo en una redada policial en una sesión de espiritismo.
Un grupo de médiums ha entregado una petición al Parlamento de Escocia. "En ese momento el país estaba paranoico con la seguridad y la evidencia usada en su contra no fué exacta", aseveran. "darle el perdón sería quitarle el estigma a sus nietas y nietos".
El año 2007 la Comisión de Revisión de Casos Criminales rechazó una petición para que ella sea perdonada, diciendo que no es del interés público. Pero la lucha continúa.
Ahora una de las fundadoras de Investigaciones de la Luna Llena, Andre Bryne, quiere reivindicar su figura para defender a quienes llama sus "herederas".
"Hemos sido honradas con el privilegio de encabezar la campaña escocesa en defensa de Helen Duncan. Su perdón es muy importante para la sociedad de hoy en día, porque quienes se dedican a la herboristería, acupuntura, el reiki o la comida orgánica pueden basar sus conocimientos en las tradiciones de quienes podrían haber sido calificadas como brujas", agregó.
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