miércoles, 3 de marzo de 2010

La experiencia de Peter Jackson con los fantasmas


El prestigioso director neozelandés Peter Jackson se acercó a Los Ángeles a principios de diciembre del año pasado para hablar de su última aventura tras las cámaras ("The Lovely Bones"), y confesar de paso una experiencia suya con los fantasmas. El cineasta, que no acaba de estar seguro acerca de cuán espiritual es, sí que sabe perfectamente que una vez vio un fantasma.

“Hace unos 22 ó 23 años cuando empecé a salir con Fran (Walsh), ella tenía un apartamento en un edificio viejo en Courtney Place, en Wellington (Nueva Zelanda). Me desperté por la mañana y ella estaba haciendo té en la cocina. Estaba solo en la habitación, estaba intentando coger un vaso de agua y de repente me di cuenta de que había una señora de pie en la cama. Me di cuenta más de una impresión que de detalles específicos pero la impresión fue una señora de gris, con ropa pasada de moda, algo monocromático. Lo que consiguió que mi corazón latiera con fuerza fue su boca abierta como para chillar, un chillido de dolor y rabia. Daba mucho miedo, pero no había sonido en ello. Estaba como flotando, entonces se deslizó lateralmente a través de la habitación y desapareció en una pared de ladrillos. Un minuto o dos después, Fran entró con las tazas de té y le dije: ‘Creo que he visto un fantasma’, y ella me dijo: ‘¿Era una mujer con cara de gritar?’. Me dijo que había visto a la misma persona hacía uno o dos años en aquella misma habitación”, confesó Jackson.

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