domingo, 28 de febrero de 2010

Los enigmas de Iapetus


Los misterios de nuestro Sistema solar son aún casi infinitos, y uno de ellos en particular es considerado como la piedra fundamental de los que teorizan acerca de la intervención de inteligencias extraterrestres no sólo en la historia y desarrollo humanos, sino también al parecer, en el desarrollo de nuestro propio sistema solar.

En “enigma Iapetus”
Iapetus, una de las lunas de Saturno, es por mucho la más extraña de todo el sistema solar; las anomalías y enigmas presentes en este satélite, no solo dan pie a miles de eculubraciones, sino que incluso son un absoluto quebradero de cabeza para astrónomos y los mismísimos científicos de la NASA.

Acá les presentamos un resumen de las conclusiones del análisis realizado por R.C.Hoagland en 2005, y su base de análisis, es el más completo, que hasta ahora nadie haya efectuado con respecto a Iapetus.

Dicho análisis se basa en la premisa de que nuestro sistema solar está repleto de artefactos procedentes de otras civilizaciones Inteligentes, algunos de los cuales, incluso son auténticas Estaciones Espaciales, con forma de esferoide: Es decir, Satélites artificiales ubicados en la antigüedad por “alguna razón” orbitando algunos de los planetas de nuestro sistema solar.

Este inaudito y controversial estudio, plantea la cuestión de la artificialidad de Iapetus, de forma evidencialmente incuestionable; a la luz de los datos conocidos y revelaciones sabidas hasta el presente por muy pocos. Según Hoagland, Iapetus es un satélite esferoidal artificial, sin lugar a dudas. Vayamos por partes:

1.-Iapetus (Japeto), mide aproximadamente 1.500 Km de diámetro, y es tras Titán y Rea, el tercero en tamaño, de los que orbitan Saturno. Tarda en completar una vuelta alrededor de Saturno 79,33 días, a una distancia media de 3.561.300 km. Descubierto por Giovanni Cassini en 1671. La propia NASA, reconoce la rareza de dicho objeto, si bien, argumenta que su formación procede de la nube de Oort, y que su orígen se debe a residuos ancestrales de cuerpos sólidos existentes allí, o colisiones cósmicas durante el orígen de nuestro sistema solar. Sin embargo, no aclara cuáles son sus anomalías, ya que no existe una explicación “natural” que alcance a explicar su configuración, así como todas y cada una de las peculiaridades que seguidamente vamos a exponer:

Pruebas de la Artificialidad confirmada de Iapetus
1.-Configuración y características del satélite, respecto de la reflexión de luz solar: La forma de iapetus, es esferoidal,… pero obedece a una configuración dodecaedral-esferoidal, que se verifica en la forma en que refleja la luz solar. En pocas palabras, al parecer la superficie de Iapetus es geométrica: una suerte de geometría de aristas.



Asimismo, una de las caras de Iapetus siempre es frontal a Saturno, contando con una cara completamente oscura, lo cual aún es inexplicable para los científicos, dándole al satélite una apariencia similar a “un enorme ying-yang”.

2.-Rotación y geometría de Iapetus.
Esquema rotacional de Iapetus respecto a Júpiter: en cada rotación en su eje (día), Iapetus también completa una rotación a Saturno (año) Esta peculiaridad es única en el Sistema Solar. Así mismo, puede destacarse una rotación totalmente sincrónica perfecta, que se verifica en los 79 días que tarda en completar su órbita alrededor de Saturno.

La geometría de esta inexplicable anomalía, implica algún mecanismo interno de automotricidad,
que desafía claramente los patrones conocidos de todos los satélites del Sistema Solar.

Las imágenes obtenidas por la Voyager 2, muestran otra anomalía interesante: El punto negro central: una anomalía de origen desconocido.



3.-La “arista central” y la superficie de Iapetus. Precísamente la inmensa arista rectilinea que divide el ecuador de Iapetus (con una altura de 60.000 pies), un pliegue rectilíneo en forma de "nuez".


Puede observarse de cerca el pliegue, y la erosión en el mismo con un mayor detalle. Parece que ambos hemisferios del esferoide han sido literalmente ensamblados, incluso el pliegue parece una “junta de dilatación”.

Es asombroso parecido con la “Estrella de la muerte”. George Lucas reconoció que se inspiró en Iapetus,...

Asimismo, en las fotografías aparecen supuestos cráteres de meteoritos que más bien asemejan construcciones de "celdas", tabiques o habitáculos subterráneos.

4.- Estructuras artificiales en Iapetus
La más controversial de las pruebas existentes: una revisión en detalle de las fotografías de Iapetus, permite ver claramente vestigios de arquitecturas verticales, que nada tienen que ver con la naturaleza: torres, o construcciones verticales muy elevadas.



Ante toda esta ola de anomalías, Richard C. Hoagland llegó a la conclusión de que Iapetus es el primer satélite confirmado como artificial en nuestro sistema solar, incluso por los propios ex-empleados de la NASA.

Hoagland también concluye diciendo que fue construído fuera de nuestro sistema solar, y traído después a Saturno,.. pero ¿por qué a Saturno?,…

Pero Hoagland no ha sido el primero: en 1980 Donald Goldsmith and Tobias Owen, escribieron textualmente en un informe de la NASA:

“Esta luna inusual es el único objeto del Sistema Solar que podría considerar seriamente como una señal extraterrestre: un objeto natural modificado deliberadamente por una civilización avanzada para atraer nuestra atención”.

Y aún hay más enigmas,…
Pero como si este enigmático satélite y sus enigmas no quisieran dejar de llenarnos de conjeturas, los enigmas en Iapetus crecen día a día: la NASA ha reportado (más bien sus ex empleados, se comprende), que al menos se han fotografiado dos objetos de procedencia desconocida en torno a la luna: el objeto primero, el día 20 de febrero de 2003 y el segundo el 16 de agosto 2009, ambos idénticos,… y que curiosamente su esfericidad, artificialidad y configuración nos recuerdan mucho a Iapetus. Pero esto no es todo: aunque aún no confirmado oficialmente, se tiene conocimiento de la posible existencia de grabaciones de señales de radio procedentes de Iapetus y que han sido captadas por la sonda Cassini.

…Demasiadas casualidades,… demasiada artificialidad.

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