jueves, 21 de enero de 2010

Develando mitos: las "chicas de la curva" en Youtube






Todos conocemos la historia de la «chica de la curva» o la «dama de blanco». Hay muchas versiones, pero la mayoría se resume más o menos así: Una joven autoestopista es recogida por alguien que conduce un coche en una carretera solitaria. El vehículo arranca y comienza una conversación entre el conductor y la chica, que, en el momento cumbre, le advierte de que tenga cuidado en la próxima curva. Al preguntar el motivo, la pasajera le anuncia algo terrorífico: «porque allí es donde morí». Estupefacto, el automovilista vuelve la cabeza y sólo encuentra un asiento vacío. Su acompañante ha desaparecido.

Esta historia de fantasmas, propia de la cultura pop, nos ha acompañado desde niños. Explotada hasta la saciedad, cada país e incluso cada región tiene su propia aparecida e incluso su propia curva identificada en alguna carretera perdida. Parece mentira que alguien pueda seguir teniendo interés en una leyenda que ya es un clásico, pero el ser humano guarda para siempre el deseo infantil de seguir escuchando la misma historia una y otra vez antes de dormir.

La nueva «chica de la curva» de moda se llama Teresa Fidalgo y es portuguesa. Sufrió un accidente en 1983 y murió en la carretera. Un vídeo colgado en Youtube muestra cómo tres jóvenes excursionistas portugueses -el conductor, una acompañante y un tercer amigo que se dedica a grabar el viaje con una cámara- se dirigen de noche hacia Sintra, a 30 kilómetros de Lisboa. En un momento dado, como no podía ser de otra manera, aparece a un lado de la carretera una autoestopista vestida de blanco (¿por qué siempre visten de blanco?). Aunque no todos están de acuerdo, el conductor decide parar y recoger a la chica. La joven, que se presenta como Teresa, sólo quiere ir hasta «ahí, un poco mas adelante». Le preguntan qué hace sola de noche y si le ocurre algo. Ella se lleva las manos a la cara, empieza a llorar y responde: «¿Puedes ver aquel lugar? Ahí fue donde tuve el accidente y morí». Entonces, su cara se distorsiona horriblemente y el conductor, que en ese momento ya debía de haberle dado un pasmo, pierde el control del vehículo. Trágicamente, mueren dos de los ocupantes y el tercero, que salva su vida, no es capaz de explicar lo sucedido.

Dado por cierto
Como es lógico, la historia de fantasmas no es real, sino que pertenece a un cortometraje del realizador David Rebordao llamado «A Curva» (La Curva) y que lleva mucho tiempo circulando por la Red. Pero algunas webs dicen que es real y la historia ha vuelto a resurgir. Por ejemplo, circula un vídeo de un programa de una televisión mexicana, 4TV, que, a posta o no, en su día lo dio por cierto y ha contribuido a que las imágenes se expandan como la pólvora. En el programa mexicano llegan a decir que la imagen «se distorsiona», algo «característico de cuando hay una gran carga de energía». «Esto es muy importante», comentan. Al menos, éste es el fragmento que circula por internet, si después los presentadores desvelan lo que ocurre de verdad no aparece registrado. Les damos el beneficio de la duda.

Los vídeos colgados en Youtube con diferentes títulos han tenido un éxito espectacular, con centenares de miles de visitas de personas ávidas de una buena historia de terror, muchas de ellas creyendo que se trata de un caso real. De hecho, las páginas web dedicadas al esoterismo defienden el argumento. Si han visto el vídeo, parece imposible caer en la trampa, especialmente después de habituarnos a películas como «REC» o «El caso de la bruja de Blair», pero, ¿cuántas personas creen que «El código Da Vinci» es fiel a la historia y se molestan si les dices lo contrario? El resultado es que el término Teresa Fidalgo es ahora uno de los más buscados en internet. Quizás algún psicólogo pueda explicarnos por qué nos siguen apasionando las historias de fantasmas, aunque no tengan ningún fundamento y sean tan viejas como el mundo.

(FUENTE: abc.es)

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