lunes, 23 de noviembre de 2009

Autoestopistas fantasmas (23), La Descarnada


Abundan los testigos que afirman haber tenido una experiencia tétrica con una hermosa mujer que se aparecía pidiendo “ride” o aventón en la carretera que conduce de Santa Ana a Chalchuapa (El Salvador) La mujer en primera instancia se aparecía en la orilla de la calle con una vestimenta provocativa y con una actitud sensual y audaz llamaba la atención de los incautos que eran atraídos por su belleza y coquetería. Cuando los conductores le preguntaban hacía donde se dirigía, ella les contestaba que a unos pocos kilómetros del lugar, entonces se montaba al auto y comenzaba a seducirlos. Cuando los hombres empezaban a tocarla y besarla, entonces sucedía algo espantoso, la piel se desprendía de su cuerpo hasta quedar totalmente convertida en pocos segundos en un esqueleto humano. Minutos después sus víctimas eran encontradas en estado de total confusión y únicamente recordaban los instantes en que aquella escena tenebrosa había ocurrido. Según los moradores del lugar, el espíritu de una bruja maligna es el protagonista de la lúgubre aparición.

Muchos dicen que es leyenda, otros afirman que es cierto, pues la verdad, yo no me atrevería a averiguarlo. Pero según muchos esto es lo que pasó.

En otra versión acerca de esta aparición, se dice que a altas horas de la noche, en las carreteras oscuras y solitarias aparece una mujer muy bella pidiendo un autostop, a las personas que conducen, y en cierta ocasión el motorista de un autobús, se conducía a altas horas de la noche, y dicen que a la orilla de la carretera se le apareció; al motorista se le hizo muy extraño encontrarse con alguien en esa carretera a altas horas de la noche y en especial con una mujer, pero la curiosidad y la morbosidad pudieron más que la cautela, y permitió que abordara el autobús, el hombre comenzó a insinuarle cosas a la joven, sin tener la mínima idea de quién o qué era lo que tenía junto a él. A pesar de que la mujer se comportaba de forma extraña ya que no pronunció palabra desde su ingreso al autobús.

El motorista estacionó el autobús, y comenzó a acercarse más y más a ella, pero esta vez la joven ocultaba su rostro y daba la espalda. El hombre insistía en verla, pero ella se negaba y al fin habló y sus palabras fueron las siguientes: “no te va a gustar lo que vas a ver”, y de repente se dio vuelta y ¡su cara se había desfigurado, la carne se le estaba cayendo a tal punto que solo le quedó solo el esqueleto!!!

Se dice que encontraron al hombre inconsciente el día siguiente tirado fuera del autobús, pasó dos semanas en coma, dicen que él contó esto a un amigo suyo antes de volverse loco, ya que después que salió del hospital quedó desquiciado.

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