viernes, 16 de octubre de 2009

¿Sabías que? (2), en los andes al granizo se le espanta con gritos


Para los pueblos aymaras, la caída de la granizada es un castigo de Dios, ocasionado por el mal comportamiento en las comunidades. Para contrarrestarlo, encargan cada año para su observación a un individuo denominado “campo alcalde” y un reducido grupo de vigilancia. Su responsabilidad es alertar a la comunidad cuando se acerca la tormenta de la granizada. Asimismo, debe realizar misas o “ayta” (ritos a los espíritus tutelares) en diciembre y/ó enero.

Entre las prácticas acostumbradas por los comuneros, una vez alertados de la inminencia del granizo, está la que, apenas empieza a caer el granizo, comiencen a gritar al cielo:

“¡LADRONES, FLOJOS: VÁYANSE A ROBAR AL OTRO LADO DEL LAGO!”

ó

“¡OCIOSOS, VAGABUNDOS: VAYAN A LAMER LA NIEVE DE LAS CORDILLERAS!!”

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