sábado, 17 de octubre de 2009

La historia del fantasma de Jim Morrison


En 1997, el historiador y cronista de rock norteamericano Brett Meisner decidió ir a visitar el Père Lachaise de París, cementerio en donde descansan los restos de Morrison, para rendirle tributo por su aportación a la música contemporánea.

Una vez allí, le pidió a su asistente que registrara el momento tomando una fotografía.

A su regreso a casa reveló las fotos del viaje y las puso a buen recaudo, sin notar nada extraño.

Cinco años después, le entró el bicho de ver la fotografía y se puso a buscarla ávidamente entre sus cosas. Cuando finalmente la encontró, advirtió algo que resultó sorprendente para muchos: una imagen transparente en el fondo, que parecía ser el cantante en persona con los brazos extendidos.

Haciendo memoria, Meisner recordó que ese día había una gran cantidad de gente en el lugar -de hecho, se calcula que un aproximado de 1000 personas visita la tumba del cantante a diario- pero nadie más obtuvo tal resultado en sus tomas.

La noticia se difundió hemorrágicamente por toda la red: la fotografía del fantasma de Morrison no tardó en hacerse famosa y, en un intento por saber qué había sucedido realmente, Meisner accedió a cederla -junto con su negativo- para que sea objeto de un ‘análisis más profundo‘.



¿Existe "la maldición del fantasma de Jim Morrison?
Pues bien, de acuerdo a la información que aparece en un nuevo libro, Ghosts Caught on Film 2: Photographs of the Unexplained, los investigadores hasta el momento han sido incapaces de explicar el origen de la extraña imagen.
Las dos hipótesis más coherentes -truco de luz y manipulación de la fotografía- han quedado totalmente descartadas.

Sea cual sea la verdad, la vida de Meisner cambió radicalmente desde el día en que tomó la dichosa foto: su matrimonio se vino abajo, perdió a un amigo cercano a causa de una sobredosis -lo mismo que mandó a Jim al otro mundo- y no ha dejado de tener pesadillas.

Pero él se lo toma filosóficamente…

"Una parte de mí desearía nunca haber puesto un pie en ese cementerio. Yo tengo parte de la culpa por haber hecho pública esta noticia… debería haber sido mucho más discreto y reservado al respecto".

"Ahora tengo que soportar el que venga a visitarme todo tipo de personas extrañas, en medio de la noche, a decirme que tienen un mensaje de Jim. Al comienzo era algo interesante ver el tipo de conexión espiritual que mucha gente sentía al ver la foto, pero ahora toda esa vibra se ha vuelto negativa…"

Meisner está convencido de que ya ha sido suficiente: reveló que quiere deshacerse de la fotografía, y que está buscando una organización privada -y de prestigio- para donarla junto con su respectivo negativo.

Como dato curioso: cualquiera que haya leído uno de los tantos libros sobre la vida de Jim Morrison, o que haya visto la película biográfica de la banda dirigida por Oliver Stone, podría afirmar que el intérprete creía profundamente en que había tenido un encuentro cercano con el fantasma de un indio norteamericano, poco antes de presenciar un terrible accidente automovilístico que lo marcó -desde su juventud- profundamente.

De hecho, la letra del tema “peace frog” incluye las siguientes líneas, que en buena cuenta suponen una reseña del incidente:

"Indians scattered on dawn’s highway bleeding, ghosts crowd the young child’s fragile eggshell mind…"

Lo cierto es que no hay -ni habrá- ninguna prueba definitiva de que el fantasma de Jim está paseando alrededor su última morada, y que debido a tanta atención mediática, el Père Lachaise parisino recibirá más visitantes que de costumbre en los próximos meses.

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