martes, 11 de agosto de 2009

Leyendas urbanas de colegios: monjas y curas fantasmas



Son muy diversas las leyendas urbanas se han originado en las aulas de los colegios de nuestra Latinoamérica: en el Perú en general, son muy frecuentes –y antiguas-, las leyendas fantasmales referentes a curas y monjas (obviamente, en colegios con presencia religiosa presente o pasada), recurrentes en colegios que ocupan edificios antiguos y siempre relacionadas a un “lugar prohibido”; algunas de ellas tienen su origen en la cultura educacional basada en el temor,… y otras, tal vez en apariciones e historias verdaderas,…

Hagamos un pequeño resumen de las más comentadas: la más conocida en Lima es la del Colegio Teresa Gonzales de Fanning de Lima: la historia cuenta que este colegio fue hace muchos años atrás un convento, y al parecer una de las monjas salió embarazada y se suicido, en ese entonces, su habitación era la que posterior mente fue conocida como el salón 1ro "13", que siempre estaba con candado y era el único de los salones del pabellón que no se usaba como aula, además que tenía dentro del salón, una columna hueca de madera en la que se supone fue el lugar donde encontraron a la monja. Se supone que ahí, como se dice tradicionalmente “penan” y se escuchan lamentos. También la leyenda dice que, una temporada abrieron el salón,... pero pasados unos meses, lo volvieron a cerrar.

Otra historia similar se cuenta en el Colegio Claretiano de Magdalena (Lima); la historia cuanta que en un momento no especificado de la historia del colegio, un grupo de alumnos se juntó para el recreo en un patio anexo al Colegio, el cual tiempo después se convertiría en Seminario: en esa área, había un cuarto que supuestamente estaba embrujado, por que los escolares hablaban siempre de él con notorio miedo.

La leyenda prosigue contando que el grupo, jugando fulbito en el patio, termina metiendo un pelotazo y abriendo la puerta de la habitación clausurada: cuando entraron, el grupo de colegiales asegura haber encontrado una habitación cubierta de polvo, libros y papelería en el suelo, y cosas tiradas por doquier, como si hubiese ocurrido un robo,… pero según ellos “muchos siglos atrás”. Escolares al final, comenzaron a hacer “chacota”, revolviendo aún más el lugar, descubriendo entonces con asombro un cráneo humano, el cual cuenta la leyenda que pertenecía a un sacerdote que había muerto ahí hacía mucho tiempo, de una manera inexplicable, y que lo habían ocultado ahí para que nadie lo supiera. El testigo anónimo de esta leyenda también cuenta que los alumnos terminaron jugando con la osamenta: “por años recordé esa escena y te aseguro que el partidito no es una leyenda urbana: yo mismo le metí una que otra patadita a ese cráneo”. Otras versiones, además de asegurar que dicho lugar aún permanece “maldito” tras tal irreverencia, también agregan a la leyenda finales trágicos de los escolares partícipes del mismo.

Otra historia de monjas fantasmas es muy popular en Arequipa: cuenta que en la calle San Antonio (otras versiones hablan de la calle San Pedro y en ambas nunca se dice el nombre del colegio), hay una casona muy antigua, que ahora es un colegio, y en la cual se han ocupado todos los cuartos como aulas, menos uno, en el que nadie sabe qué es lo que tiene dentro.

Un grupo de alumnos, movidos por la curiosidad, investigaron y al ver por una ranura de una ventana rota, lograron ver una cama con algo encima: un bulto, un cuerpo. En ese momento se apartaron y al día siguiente repararon la ventana ahora era mucho más sospechoso.

Meses después –prosigue la historia-, en una serenata en el colegio, el director mencionó que el colegio antes era un convento.

“En ese momento estábamos en nuestra clase cuando una compañera llego desesperada y sin poder hablar” –cuenta la relatora de la leyenda (siempre anónima)-, “cuando se calmó nos contó que había visto una monja que se desvaneció".

"Ella se fue del colegio pero descubrimos que lo que había en el cuartito era el cadáver de una monja, que dijo que nunca quería salir de ahí como última voluntad, así que se lo cumplieron y hasta este día sigue ahí, solo lo sabemos yo y algunos compañeros, el señor que cuida el colegio dice que todas las noches la ve ahí mismo, en el baño, pero que se desvanece antes de que le vea la cara. Creemos que ella tal vez murió por algo en el baño, que no la deja irse”.

No son las únicas leyendas urbanas de colegios peruanos: existen decenas de ellas y las iremos reseñando pacientemente, ¿fruto de la imaginación o la realidad?, para los testigos y las generaciones de ex alumnos de estos y muchos colegios, son absoluta realidad. Asimismo, muchas de estas leyendas escolares parecen “migrar” de un país a otro, mostrando curiosas similitudes entre sí (y esto se da muchísimo antes de existir Internet); igualmente, podemos hallas leyendas urbanas escolares altamente complejas y profundamente arraigadas, provenientes de Japón, que incluso han saltado a las pantallas de cine, pero eso será motivo para un nuevo e inquietante Post.

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