El viaducto "maldito" de Asunción (Paraguay)

En diferentes partes del mundo, existen lugares considerados embrujados o "malditos"; en Asunción, Paraguay, existe la leyenda "negra" acerca del viaducto de Mariscal López y Madame Lynch, donde se asegura que ese lugar está embrujado, porque es un nudo de cinco esquinas que "estira" a sus víctimas, en especial, aquellos choferes que transitan con "mala onda".

Más de cinco accidentes graves, uno de ellos fatal, convirtió el viaducto de Mariscal López y Madame Lynch en uno de los lugares más peligrosos de Asunción. Para los brujos locales, esto se debe a la especial conformación que tiene la estructura, y que, según las creencias de los brujos paraguayos, dicho lugar se encuentra ubicado entre los lugares conocidos o denominados tradiconalmente como "boca de demonios", así, la racha de accidentes en los últimos años han alimentado la creencia de que "oî la oîva" en esas arterias.

Al respecto, Nelson, Pai de Santo, explicó que es una esquina de cinco cantos que normalmente son embrujadas porque son números imparejos. "Este tipo de encrusilhadas (encrucijadas), no tienen salida ni fundamento y en nuestros ritos, y se los utiliza para trancar, atar o amarrar", apuntó el umbandista. Añadió que la yeta (maldición), se agrava con el estado anímico de los choferes que por ahí circulan. "Esta clase de esquinas atraen a sus víctimas, especialmente a aquellas que están cargadas de problemas o llevan consigo la mala onda; He'i que eso los lleva a la oscuridad, es como un barril sin fondo y lo comparó con el Triángulo de las Bermudas, que son campos negativos que rodean esas encrucijadas".

Afirmó también el umbadista que para contrarrestar eso no hay fórmulas especiales o si las hay, estas deben ser practicadas por todos los brujos en conjunto. "Pero fundamentalmente al pasar por ese lugar hay que dejar atrás los problemas y la onda negativa. Los choferes tienen que darse que esas esquinas son peligrosas".

Subrayó finalmente, que para solucionar de una vez por todas el peligro, se debería abrir una boca más para emparejar y convertirla en un número par. A pesar de las explicaciones más racionales, por parte de las autoridades de la ciudad, la creencia popular aún es muy muy fuerte.