Casas embrujadas de México: La Casa de la Tía Toña

La Casa de la Tía Toña se encuentra en el conocidísimo Bosque de Chapultepec, en el centro de México DF; dicho bosque se encuentra dividido por secciones: la denominada tercera sección, está constituida solo por zonas boscosas y barrancas: precisamente ahí, muy cerca del panteón que está sobre Avenida Constituyentes, se encuentra esta (otrora, abandonada), casa embrujada.

La casa está en la parte trasera del bosque, y su acceso es un tanto peligroso: se tiene que bajar una barranca hasta encontrar una escalinata de piedra, muy empinada y resbalosa que lleva a un camino; más adelante se encuentra un puente desvencijado, bastante viejo, donde hace años había un río, y ahora apenas es un riachuelo en algunas estaciones del año.

En este caso, no solamente la casa parece estar embrujada, sino que al parecer su actividad paranormal también se circunscribe al bosque colindante: cuentan los que la han visitado que se nota un ambiente cargado en toda la zona.

Nunca estuvo claro a quien perteneció la casa, unos dicen que a una anciana, otra que a narcos o que fue un manicomio, esto seguirá siendo un misterio. Se le llama la casa de la Tía Toña porque, según la historia del lugar, La tía Toña era una señora que vivía sola en esa casona, no tenía mucho dinero pero ayudaba como podía a muchos chicos de la calle que llegaban a vivir con ella: los cuidaba, les daba de comer y un techo donde dormir aunque fuera en el suelo. Ella ya era una señora muy grande, y los chicos eran rebeldes y muy traviesos, y un día terminaron con la paciencia de la viejita, la sacaron tanto de quicio que tomó lo primero que se le atravesó y los mató a golpes. Para deshacerse de los cuerpos, los fue arrastrando y tirando uno a uno al río. Después, fue tal su tristeza al verse como una asesina y ya completamente sola que se dirigió a su cuarto y se suicidó. También se cuenta que no se sabe si todavía su cuerpo se encuentra oculto dentro de la casa,…

Desde entonces, se cuenta que se puede ver a una viejita en una de las ventanas asomada: los que aseguran haberla visto, son demasiados para ser referidos, aunque lo que más causa terror del lugar, son los extraños sucesos que todos atestiguan, que le suceden a quien se aproxima a la casa: cuando uno llegas a la escalinata, se afirma que desde ese momento se empieza a escuchar el lamento de la anciana; otros escuchan gritos y rumores, como si los alertaran para alejarse.

Al cruzar el puente, se oye como si piedras cayeran al río, se escuchan voces, susurros y ruidos desde el bosque y es frecuente tener la sensación de que te observan desde varios puntos, como si alguien te vigilara.

Una de las cosas más extrañas, de las atestiguadas es que, terminando de cruzar el puente se percibe una vaga niebla que comienza a circular la zona, no importa la temperatura que haya. Al llegar a la casona abandonada -si tienes “suerte”- puedes ver la cara de una viejita asomada en los viejos ventanales,… como esperando la llegada de sus visitantes.

Los que han ingresado a la casa, cuentan que se siente de inmediato la presencia de “algo”, una opresión en el pecho,… el aire se vuelve pesado, inclusive muchas personas no soportan y salen mareados. Por las habitaciones se pueden ver sombras de todos tamaños corriendo o escondiéndose, se oyen los lamentos de la mujer y pequeñas risas de niños.

También es común que los visitantes sientas que se les recargan la mano en el hombro, que se tropiecen con algo inexistente, inclusive que les tomen del brazo con tanta violencia que queda una marca o algún moretón o arañazos.

Se dice que el cuarto de la famosa Tía Toña está al fondo de la casa, pero nadie se ha atrevido a llegar hasta ahí y comprobar que hay en la habitación, puesto que las actividades paranormales incrementan y el aire es tan pesado que no se puede respirar.

Hay cantidad de historias de personas que han salido huyendo muertas de miedo, como consecuencia de gritos, espectros y hasta arañazos en los brazos. Otros dicen que los que lo han logrado han quedado internados en un psiquiátrico por lo que vieron.

Por muchos años, la casa -ya abandonada-, fue escenario de numerosos crímenes: principalmente la aparición de vagabundos muertos en sus proximidades, cruelmente asesinados: la mayoría de los casos, quedaron sin resolver. Luego, por muchos años, la zona donde se encuentra la casa estuvo restringida y con seguridad policiaca, principalmente por las noches, en parte para evitar más actos delincuenciales, y en parte porque muchos curiosos se quieren acercar a la casa y comprobar todo lo anterior escrito.

Actualmente la casa se encuentra remodelada y está habitada de nuevo, y desde ese entonces ha circulado la historia de que, “la casa de la Tía Toña” en realidad nunca existió”; se sospecha que los nuevos propietarios han hecho circular esa historia para acabar con la historia de esta casa embrujada. Acerca de experiencias paranormales entre sus actuales habitantes, no se sabe nada.