jueves, 11 de junio de 2009

El Ónfalo de Saturno




Fotografiado por primera vez por las sondas espaciales Voyager 1 y Voyager 2, este extraño hexágono regular, formado por las densas nubes de la atmósfera saturnina, continúa intrigando a los científicos.

Ubicado en el polo norte del planeta, este remolino en forma de perfecta “tuerca” ha sido fotografiado una vez más, en esta oportunidad (fotos de este Post), por las cámaras de la sonda espacial Cassini. A diferencia de las imágenes captadas hace un par de décadas por las misiones Voyager, las fotografías de la Cassini, del remolino giratorio han dado la pauta de que es hexágono de nubes de 25.000 kilómetros de diámetro, y que ha permanecido geométricamente bien formado durante tantos años por medio de una estabilidad inexplicable hasta el momento.

Se estima que el hexágono saturnino llega a penetrar unos 100 kilómetros desde la superficie de la capa nubosa externa. Las influencias físicas que condicionan su estabilidad se han intentado reproducir en condiciones de laboratorio con resultados medianamente satisfactorios, por medio de fuerzas centrífugas aplicadas a masas acuosas. Sin embargo, los científicos reconocen que las condiciones meteorológicas dadas en el ambiente de Saturno, incluyendo los regímenes de sus vientos, son desconocidas, y las emulaciones en condiciones de laboratorio pudieran no ser para nada iguales.





Buscando un nombre para la “tuerca”
Desde que las últimas imágenes capturadas entre el 30 de octubre y el 11 de noviembre del año 2006, desde una distancia de 1,3 millones de kilómetros fueran divulgadas en una reconocida publicación científica, los científicos buscaron un nombre en común para designar a esta bella curiosidad sideral. Desde “La Dona de Saturno” hasta “La Tuerca de Jesús”, los panelistas del Laboratorio de Nomenclatura escucharon y consideraron los más de 200 imaginativos nombres posibles para el gran hexágono polar. Finalmente, la nomenclatura escogida para el fenómeno fue sencillamente “Ónfalo”.

Según la mitología griega, el Dios Saturno devoraba a cuanto hijo engendrara, por temor a que cuando creciera alguno de éstos lo destituyera de la misma forma que él hiciera con su padre. Pero su esposa, la Diosa Rea, en un desesperado intento por salvar la vida de su sexto hijo (Zeus), vistió con pañales a una roca que entregó al Dios caníbal, quien engañado terminó por devorar al supuesto vástago. Como consecuencia, Zeus creció oculto y más tarde cumplió con la profecía de destituir a su progenitor del trono. En algunos casos a esta roca salvadora del Zeus fue denominada como “Ónfalo”. La observación de una aurora azul en torno al hexágono saturnino, fue imaginada por algunos científicos como la gran “boca” de Saturno, engullendo al hexágono Ónfalo, lo que consolidó aún más el nombre asignado al huracán geométrico. No obstante, los jueces del Laboratorio de Nomenclatura reconocieron que si este nombre resultara en un dilema ético para la enseñanza escolar, el fenómeno pudiera bien ser llamado “La piedra de Saturno”.




El otro polo de Saturno: otro misterio
El hexágono de Saturno continúa siendo estudiado por los astrónomos en busca de respuestas tales como el origen de su formación y los factores causantes de su estabilidad. El asombro del círculo científico posiblemente pudiera ser resumido en palabras del experto en fenómenos atmosféricos de la NASA, Kevin Baines: "nunca vimos algo similar en otro planeta. Desde luego, la espesa atmósfera de Saturno hace que éste lugar sea uno de los últimos donde hubiéramos esperado divisar una figura geométrica tan regular”.

Pero el hexágono de Saturno no se encuentra solo. En el polo opuesto del plantea la sonda Cassini también ha logrado fotografiar a una formación extraña, idéntica a un ojo humano, que fue interpretada como otro posible huracán. Según Bob Brown, líder de espectrometría de mapeo visual e infrarrojo de la Universidad de Arizona: “En el polo sur tenemos lo que parece ser un huracán con un ojo gigante, y en el polo norte de Saturno tenemos esta formación geométrica, que es completamente diferente”. “Es increíble ver unas diferencias tan drásticas en los dos polos de Saturno”.

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