domingo, 17 de mayo de 2009

Autoestopistas fantasmas (7) la taconera


Esta es una vieja leyenda urbana de Santa Clara (Cuba), donde, antes de 1959, durante la dictadura de Fulgencio Batista, era muy difícil, para una mujer de condición humilde, comprar un par de zapatos.

Cuenta la historia que existía en una esquina céntrica de la ciudad un famoso prostíbulo, donde una de sus más conocidas prostitutas se llamaba Sara, y siempre andaba vestida de rojo.

Su cliente fijo era un empresario que le había regalado un par de zapatos con unos tacones muy altos y con el fondo de metal, para que sonara de una manera característica cuando caminara y así él la reconocía, cuando caminaba por ahí y sentía los pasos metálicos.

La esposa de éste hombre conocía de sus andanzas, así que pagó a un matón para que asesinara a Sara. En efecto, dos días después, la mujer apareció en un callejón; el cuerpo de Sara estaba desnudo, la habían violado y cortado la garganta con un cuchillo: la única prenda que traía era sus zapatos.

Al poco tiempo, el prostíbulo quebró, pues ninguna mujer quería ya trabajar allí; al pasar los años esa esquina se conoce como la esquina de la taconera, pues al pasar por ahí, puedes sentir aún el sonido metálico de los tacones de Sara caminado a tus espaldas,… y si miras hacia atrás podrás ver su cuerpo desnudo con la sangre brotando de su garganta y ya te perseguirá hasta donde vayas si no te conviertes en su cliente.

Puede parecer solo un cuento de terror, pero no pocos hombres del lugar han asegurado, hasta el día de hoy, y bajo juramento, haber oído el sonido de pasos de mujer, pero que también por nada del mundo se han atrevido a voltearse y ver quién les seguía,…

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