jueves, 7 de mayo de 2009

Autoestopistas fantasmas (6): Luz María García Velloso



A Luz María se le atribuye el protagonismo de la leyenda urbana más popular del mundo: la Dama de Blanco. La primordial diferencia entre esta versión argentina y las otras versiones y sub-versiones, repartidas en todo el globo, es que en esta existe una tumba identificada, cosa que no ocurre en la mayoría de este tipo de leyendas urbanas.

La historia ustedes ya la saben: un joven se encuentra con una bella chica, la lleva a bailar o a tomar algo, ella siente frío, él le presta su saco, ella lo mancha de café. Al día siguiente, cuando el joven quiere recuperar su saco en casa de la chica, la madre le comunica que está muerta, enterrada en el cementerio de La Recoleta. El joven va al cementerio y encuentra su saco sobre la bóveda; enloquece,… o se suicida.

Hay una versión también que, prescinde del encuentro con la madre: la chica entra al cementerio una vez terminada la salida y se pierde entre las bóvedas, mientras el joven la sigue y comprueba con sus ojos que la chica se funde entre las bóvedas, sabiendo así que estuvo paseando con un espectro.
Justificar a ambos lados
Hija del dramaturgo Enrique García Velloso, tenía 15 años cuando murió de leucemia en 1925. Una escultura tamaño natural la representa dormida, bajo un crucifijo, en su mausoleo. Su madre, deprimida después de la muerte de la hija, obtuvo permiso especial para permanecer junto a esta tumba por las noches. Su bóveda se encuentra a la derecha de la avenida principal de la Recoleta. Allí está la estatua yacente una criatura de pecho plano, muy hermosa, muerta en su lecho,...

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