miércoles, 29 de abril de 2009

Autoestopistas fantasmas (5): La novia de Azapa



Cuenta esta leyenda que una novia aparece y desaparece en el tiempo, buscando encontrar a su amado, en algún recodo de la carretera hacia el Valle de Azapa, acá en el extremo norte de Chile.

Es una historia en que el amor y el destino se van a entrelazar trágicamente. Los orígenes de esta moderna leyenda ariqueña hay que buscarlos en los años ‘50s, en un mes de Octubre, mes en que el destino le tenía reservado a esta novia enamorada su muerte.

En aquel entonces, no existían los buses que hoy conocemos y para ir de un lugar a otro, los habitantes de la zona viajaban en camiones, los cuales realizaban uno o dos viajes diarios. En uno de esos camiones viajaba una joven enamorada hacia el Santuario de Las Peñas, donde la esperaba su novio para unirse en matrimonio hasta que la muerte los separara. Sin embargo, el novio enamorado y sus familias aguardaron inútilmente todo el día a la entrada del Santuario,… pero el camión en el que viajaba la novia había chocado de frente con otro camión en el valle de Azapa.

La ruta y el camino de tierra eran en ese entonces muy estrechos, y no permitió maniobra alguna al conductor, al volcar tres personas perdieron la vida, entre ellas falleció con su vestido de novia, Gloria del Rosario Barrios.

Aquí comienza la historia.
Don Félix Zegarra, ariqueño, en ese entonces un hombre de tan sólo 18 años conducía uno de estos camiones, y uno de sus pasajeros era esta novia enamorada.

Don Felix Zegarra nos revive aquellos momentos: “era el 6 de octubre,… llevábamos gente a Las Peñas y aquí a la altura del Alto Ramírez (antiguo camino al valle de Azapa, hoy camino de Cerro Sombrero), me di vuelta, choqué con un camión del regimiento, y con tan mala suerte que murieron tres personas, de esas tres personas había una señorita que se iba a casar a Las Peñas, según tengo entendido se apellidaba Barrios y esta niña se iba a casar y llevaba su traje de novia, todo para casarse…”;: nos relata con su voz aún angustiada.

Y continúa: “después del accidente, al tiempo después, según cuenta mucha gente, esta niña, esta señorita, aparecía en la noche, se subía a los vehículos y a muchos choferes los ha hecho hasta llorar del susto,… es mucha la gente en Arica, a la que que se le ha aparecido”.

Otras versiones de la historia, aseguran que la novia se casaría, de regreso de Las Peñas, en Arica, donde la esperaba su novio, un funcionario de Carabineros de Chile de esa época.

Junto con recordar el accidente en el que falleció la joven novia, don Félix Zegarra asevera que muchos le han contado su testimonio de la aparición de la joven, sin embargo, él nos advierte que “gracias a Dios a mi en ningún momento me ha salido”.

No fue esa la experiencia que tuvo la señora Julia Corvacho, antigua matriarca del Valle de Azapa y orgullosa afrodescendiente quien en 1990 nos relató que tuvo un encuentro con la joven novia enamorada, confesándonos haber sentido miedo en su encuentro con esta leyenda.

Doña Julia Corvacho vio a la joven novia esperar el camión en dirección a una cita de amor que no pudo ser.

Doña Julia nos dejó el siguiente testimonio:
“Lo que vi fue a una joven, vestida toda de blanco…en la noche…ahí estaba parada, venía un auto que se detuvo para embarcarla para llevarla p’abajo, p’Arica, pero no se subió…venía otro auto y tampoco se subió…y después en otro…la novia se ha subido y se fue a la ciudad, p’abajo. Pero primero no quiso embarcarse, yo estaba parada ahí mirando, ahí en frente y le pararon…”. Nos señala desde su casa la berma de la carretera, en la oscuridad de la noche en el valle de Azapa.

“Pero varias personas por muchos años dicen que la han visto dicen…por abajo, pero por acá no. Yo la vi una sola vez no más, solo una vez, y me dio miedo y me entré p’a mi casa”, concluye su relato.

Más allá de la ficción y del misterio Gloria del Rosario Barrios de ojos color aceituna, murió trágicamente a los 22 años de edad y sus restos se encuentran actualmente en el Cementerio Municipal de Arica.

Así que desde ese momento, si algún conductor incauto se detiene junto a una muchacha vestida de novia, en el valle de Azapa, y ésta le hace señas desde el borde de la carretera,… puede encontrarse con más de una sorpresa.

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