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lunes, 6 de enero de 2014

Befana, la bruja buena que persigue a los Reyes Magos


Cuenta la leyenda que los tres Reyes de Magos se perdieron en su camino a Belén para ver al niño Jesús. Desconcertados, Melchor Gaspar y Baltasar encontraron la casa de una viejecita y le pidieron ayuda. La anciana, Befana, les indicó el camino y, como agradecimiento, sus majestades le invitaron a peregrinar junto a ellos para adorar a Jesús.

Befana declinó la invitación. Una vez se habían marchado los Reyes, la anciana, arrepentida de no haberles acompañado, preparó una cesta con varios dulces y se fue en busca de los Reyes Magos. Al no conseguir encontrarles, la anciana paró en cada casa que encontraba y regalaba los dulces que había preparado a los niños, confiando en que alguno de ellos fuera el niño Jesús.

En algunas partes de Italia, el día de la Epifanía, la bruja Befana viene para repartir caramelos y chocolates a los niños que se han portado bien. La tradición dice que viene durante la noche del 6 de Enero y rellena los calcetines que los niños cuelgan en las chimeneas con dulces. Eso sí, a los que se han portado mal les deja carbón –igual que en España.

La fiesta cobra importancia en Venecia, donde las brujas llegan en góndola (como no podía ser de otra manera), inundando la ciudad de escobas y narices puntiagudas.

Dos carreras en honor de la bruja
Existen dos grandes eventos que se celebran este día: la 'Corsa dea Befana' en la isla de Lido y la Regata de Epifanía o 'Regata delle Befane'. La primera es una carrera donde participan atletas y aficionados que corren detrás de Befana que va montada en una moto por toda la ciudad. La segunda es una de las regatas de botes o mascaretas más importantes que se celebran en Venecia.

En la 'Regata delle Befane' participan los mejores remeros del Cannotieri Bucintoro –el histórico club fundado en 1882- y aficionados todos disfrazados de anciana.

La competencia comienza en el San Toma, cruza todo el Gran Canal hasta el Puente de Rialto, donde la muchedumbre espera ver el momento en el que uno de los remeros cruce la meta y sea coronado ganador. Los que no participan en la carrera pueden disfrutar de los mercados que se organizan para este día. Aquí podrán degustar de dulces tradicionales acompañados de chocolate caliente o vin brulé -vino caliente con especies y cáscara de cítricos.

(FUENTE: teinteresa.es)

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