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martes, 3 de diciembre de 2013

Estudio: Diciembre es el mes en que más pelean las parejas



El estrés de las compras de fin de año, el desajuste en las billeteras y la beligerante decisión que divide a toda pareja que se precie de tal: "¿Con quién vamos a pasar las fiestas, mi amor?". Todos factores que, en opinión de los expertos, hacen de diciembre el mes más crítico para las relaciones de pareja. Una encuesta dada a conocer en Gran Bretaña por el periódico The Daily Mail reveló la intensidad del estrés al que están expuestas las parejas en esta época del año y arrojó, incluso, una cifra llamativa: una de cada cinco ha considerado separarse en las últimas dos semanas. 

Y no es de extrañar tal reacción si consideramos que otra de las cifras a las que llega el estudio señala que, en promedio, en estas fechas una pareja pelea cuatro veces al día, es decir, 120 discusiones sólo en un mes.

¿Paz y amor? De todas maneras, pero no si usted está en una relación de pareja, según esta investigación.

La encuesta, que fue realizada por la firma londinense especializada en estudios jurídicos, Seddons, señala de manera explícita cuáles son los principales puntos de tensión que generan quiebres en la relación de pareja durante diciembre: problemas de gastos, reuniones familiares, la carga laboral de ambos, el viejo dilema del "yo gasté más que tú - tú gastaste menos que yo", la falta de tiempo y el hecho de que la atención que se profesa la pareja decae notoriamente con la presión de las fiestas. 

La encuesta fue realizada a tres mil británicos y, según sus resultados, tras tantas discusiones, el 20% de las personas ya han considerado separarse de su pareja definitivamente. Otro 20% piensa que, así como van las cosas, difícilmente llegará hasta año nuevo con su contraparte. No es todo: el 12% de los encuestados sostuvo que durante el mes de la pascua, no hay un momento sin discusiones, y una de cada cinco personas dijo que ya le temían al mes de diciembre, debido a que sabían que significaba el comienzo de una suma de peleas agotadoras con su pareja. 

La directora en Derecho de Familia, Deborah Jeff, quien llevó a cabo la investigación, señala que como resultado el mes de enero se ha convertido en la época en que reciben mayor número de clientes que llama para pedir asesoramiento sobre divorcio y separación, fenómeno que no es ajeno a Chile. Alejandra Alvear, directora jurídica de Mundo Legal, afirma que mensualmente reciben cerca de 30 requerimientos para demandas de divorcio, pero este panorama cambia en los meses del verano. En enero y febrero, las demandas superan las 50 mensuales y el número de personas que llama para obtener información al respecto crece en 50%. 

Tensiones y estrés 
Pero no es la tensión de las fiestas por sí sola la que erosiona a la pareja, añade la investigación. Dos factores definen el nivel de enfrentamiento que se puede tener durante diciembre. El primero son los "antecedentes" o la trayectoria que ha tenido la pareja durante el último año. Esto quiere decir que si vienen acarreando problemas o situaciones conflictivas, la probabilidad de que lleguen a enfrentar un quiebre definitivo debido a las tensiones de diciembre aumenta exponencialmente. 

El otro factor también está relacionado con lo que ha ocurrido durante el año, pero es más bien biológico. ¿Cómo así? Debido a las tensiones acumuladas, el nivel de la llamada hormona del estrés, el cortisol, se encuentra más elevado en el organismo, lo que afecta nuestra capacidad para descansar y tener un sueño reparador (¿Le ha pasado que duerme, pero siente que no descansa?). No es todo. El estrés prolongado genera un adelgazamiento en la corteza prefontal del cerebro, que es el área encargada del control de las emociones. El resultado es que las personas se vuelven más irritables, vacilantes, dubitativas y propensas a los arrebatos. Es decir, la condición perfecta para que las tensiones propias de las fiestas desencadenen la batalla. 

Lo cierto es que, sumando y restando, diciembre no es tan culpable como demuestran las cifras. Pero en atención a las dificultades que usted ha tenido durante el año, puede que sea apropiado preguntarse si realmente vale la pena enojarse tanto porque este año pasarán la fiesta en la casa de sus padres y no en la suya. Y, por último, nunca está de más pensarlo dos veces antes de reaccionar mal por una situación. 

(FUENTE: diario.latercera.com)

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