Por: Reynaldo Silva Salas
El día de ayer el diario Perú 21 nos regaló con una entrevista en página central a la que es considerada hoy en día –y yo pienso igual-, como lo astróloga y cartomántica más confiable y creíble del Perú: no conozco personalmente a Josie Diez Canseco, y lo bueno de eso es que precisamente esto me servirá para realizar esta crítica desde un punto de vista totalmente objetivo. Nadie va a criticar acá la carrera exitosa de Josie en el mundillo parapsicológico peruano (de hecho, a mi opinión, su horóscopo semanal es uno de los mejores y más precisos que se realizan en el Perú),… pero hoy se me dio por criticarle algunas de sus declaraciones en dicha entrevista, en afán de que por ahí nos quede una enseñanza a todos y, dos, con respecto a un tema que tocó –y no de manera muy feliz que digamos a mi parecer-, y que siempre es un aspecto de opiniones divididas con respecto a los profesionales de este ramo –entre los cuales, obvio, me incluyo-, y es el referente a cobrar por los servicios realizados:
Empecemos por este: para muchos de los que nos hemos metido a laborar y desarrollarnos en el mundo de la adivinación (y para los que desean hacerlo), surge desde el “vamos” la pregunta de rigor: ¿cobrar o no cobrar por ver la buenaventura o por los rituales realizados? Hay gente que se rehúsa a hacerlo, hay gente que teme hacerlo –por que consideran “que les trae mala suerte”-; los hay de los que cobran sin más ni más y también, auténticos “chupasangres” de la peor especie; “de todo en la viña del Señor” como se dice pero, para aclarar mejor mi punto de vista, prefiero primero reseñar las declaraciones de Josie y luego de ahí partir con más campo de opinión; tras ser preguntada por el periodista, acerca desde cuando cobraba por sus servicios, ella respondió:
“Uy, no sabe cómo sufrí. Es más, hasta ahora no puedo hacerlo. Es horrible. Pero uno debe hacerlo pues hay una ley divina que dice que uno debe recibir una conversación por su trabajo, así, el mundo va avanzando y evolucionando: uno da y recibe, da y recibe. Igual, es difícil, pues trabajo con las emociones de las personas, ellas confían en mi,… y encima, les tengo que cobrar, qué espanto, qué complicado (ríe), Ahora tengo una asistente que lo hace por mí (risas)”
Realmente (y lo digo sin mala leche), no fue una de las declaraciones más felices de la Diez Canseco: entendemos que cobras por tus servicios Josie, y cobras bien, ¡pero decirlo así de esa manera no era lo mejor que podías hacer! Si uno decide laborar en esto de leer el futuro, sabe que es aceptado esto y uno es voluntario de realizarlo: esa ley de correspondencia existe; al entregar un bien “espiritual”, se debe recibir en compensación un bien “material” (ley de los opuestos), y lo más material del mundo es pues, el mundano dinero, ¡pero de ahí a decir qué ¡qué espanto, TENGO QUE COBRAR, qué asssco!, no te hace quedar nada bien, querida Josie: está bien que vivas muy acomodada –y que Dios te lo bendiga siempre-,… pero hacerle ascos al dinero que a la gente le cuesta trabajo ganarse es menospreciar en sí a tu clientela; tal vez no sea tu intención Josie, pero sonó así y sonó realmente horrible. Sabemos bien que ganas muy bien en libros, en la web y con tu línea telefónica (yo he llamado una vez y sé que no es nada barato), entonces,… si te incomoda cobrar honorarios por consulta personal, lo podrías dejar a un servicio gratuito y el resto no; la verdad es que dudo que Josie Diez Canseco tenga a estas alturas de su carrera, conflictos existenciales con respecto al dinero que recibe por su trabajo, por lo que sus expresiones, más que ponerla en imagen de desprendida, se convirtieron en una reverenda pesadez. En este país nadie critica que uno se gane la plata con su tiempo y su esfuerzo,… se critica que se robe impunemente y a sabiendas de hacerlo, Josie.
Igualmente, esa declaración de “ahora tengo una asistente que lo hace por mí,…” no mejoró nada la cosa: todo Parapsicólogo ha tenido y tiene asistente o secretaria, ¡pero ponerse en plan de “ella recibe le dinero y yo no,…”!, ¡tampoco ayuda a crear una imagen de humildad o desprendimiento!, entendemos que Josie no va a estar cobrando personalmente todo (para algo se ha partido el lomo tantos años), pero ponerse en ese plan de “alguien cobra por mí”, te aleja de la imagen que quieres mostrar de humildad (y que te la has ganado); yo más de una vez he visto en mi carrera cómo el dinero que me ha entregado una persona humilde, con total agradecimiento, ha sido para mí una bendición; si tu conflicto personal es con respecto a cobrar caro por tu tiempo, Josie, te aconsejo: cobra lo que puedas a quien no puede pagar más y dormirás tranquila (yo hago eso), y si más bien eso no motivó en tus declaraciones, mi consejo es otro y de buena fe: no te subas tanto; te has ganado un sitial importante, ganarte el progreso con ello es respetable y no puedes darte el lujo de empañar tú misma tu imagen de seriedad y de saber muy bien dónde estás: eso nos enseñan las máximas espirituales. Amén que por respeto a quien trabaja conmigo, yo jamás diría de una asistente mía, algo que sonase a “ella se embarra con la plata, yo no, ¡fúchila!”
Josie Diez Canseco; “la vaca no recuerda cuando era ternera”,…
Josie Diez Canseco se ganó un sitial en el mundo de los vaticinios a pulso en el Perú: para definirla mejor, podríamos considerarla como una vidente que se ha ganado todo en base aestudio y paciencia: aprovechó su hermosa figura y apariencia, su buen apellido y contactos (lo cual no es malo: yo también entré a la TV por no tener pinta de “pistacho asesino”,…), y poco a poco ha progresado muchísimo (en lo espiritual y lo material),con el devenir de los años; también le hemos visto horrendas patinadas: aún recuerdo cuando sacó su programa esotérico en un canal nacional, y lo recordé muy bien al leer la entrevista de Perú 21 por que declaró algo que también me sorprendió: al responder acerca de cómo descubrió su don, dijo:
“Desde chica me gustó el tema esotérico: tenía cartas de tarot, jugaba a la ouija,…” Recuerdo que en ese fallido primer programa propio de la Diez Canseco, ya hace un par de décadas, fui uno de los pocos testigos de su última transmisión; fue lamentable: Josie (o su Productor de TV, lo ignoro,…) decidió transmitir en vivo y en directo precisamente una sesión de ouija, pero eso no fue lo peor, ¡se le ocurrió presentar a dos adolescentes menores de edad haciendo la ouija!!!, obviamente más de un televidente se escandalizó con el hecho (yo me incluyo), pero lo más recordado por esta cabecita fue ver a “la aterrada Josie”: se pasó toda la supuesta sesión (que de hecho fue un fiasco), haciendo alharaca y casi sufriendo de soponcios, exclamando ante cámaras: “…amigos televidentes,… yo les digo la verdad, ¡TODO ESTO ME DA MUCHÍSIMO MIEDO!!” (consejo de un conejo: un parpasicólogo JAMÁS en tales circunstancias debe mostrar miedo: eso se contagia,…) En fin ¿qué pasó, Josie?, ¿fue una pantomima ese programa?, ¿te daba vergüenza entonces admitir que habías practicado la ouija de joven?, ¡bah: todos lo hemos hecho!! (al menos los dedicados a esto), como lo dije antes: Josie se ha ganado un sitial de respeto,… no te lo tumbes ahora, dándote de mentirosilla: a veces termina apareciendo un cerebro de elefante como yo,…
Con Josie Diez Canseco y su estilo, el mundillo paranormal peruano ha ganado mucho: no solo una cara bonita, sino una imagen de que podía y puede existir aún credibilidad en nuestra carrera: sobre todo desde los ‘80s y ‘90s, cuando partió el único y auténtico Parapsicólogo que tuvo el Perú (el recordado Xandrox), y al instante explosionaron en pantallas y periódicos peruanos, “chamanes profujimoristas”, “rositas chu”, “agathas lhys” y otras yerbas de muy dudosa reputación: por eso el motivo de esta crítica algo ruda, pero sincera. Sigue adelante Josie, progresa en todos los medios, y la verdad, verdad: ten cuidado con caer en empezar a “pisar huevos” como decimos por estas tierras arequipeñas; evítalo y ganarás tú, ganarán tus seguidores y ganará el Perú místico y paranormal.
(Ah, y métele ya una carajeada al fotógrafo de Perú 21: la foto de tu entrevista fue elegida de manera pésima: nos gusta verte linda, sonriente y sobretodo, sincera)
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